El incidente protagonizado por Sebastian Vettel al chocarse voluntariamente contra Lewis Hamilton en el pasado GP de Azerbaiyán F1 2017, merece toda nuestra reprobación y reproche. Y es que un piloto profesional de la “Categoría Reina”, bueno, ni de ninguna otra especialidad automovilística, debería actuar jamás como lo hizo el tetracampeón alemán. Precisamente ese fué su problema, que no se comportó sobre el asfalto de Bakú como un campeón, sino como un corredor pendenciero y temerario. Hay que recordar que desde que no le salen las cosas exactamente como él quiere, es decir, desde que carece de aquel Red Bull dominador –hasta que llegó Daniel Ricciardo a Milton Keynes-, Vettel ha exhibido en demasiadas ocasiones un comportamiento intolerable. Sin ir más lejos, ahí están el catálogo de  reproches, insultos y demás salidas de tono a compañeros e incluso al mismísimo Charlie Whiting.

Todas esas ‘lindezas’ tuvieron lugar el año pasado cuando su Ferrari carecía de las prestaciones deseadas. Bueno si nos remontamos en el tiempo, también se las tuvo tiesas con Mark Webber cuando eran compañeros y con otros rivales que no recordamos hoy por falta de espacio. Volviendo a la acción de Lewis Hamilton en la prueba azerí y que dió origen al ‘toque’ entre ambos, habría que recordarle a Sebastian que en caso de salida del safety car, el reglamento de la FIA faculta al líder de la carrera a rodar a su rebufo y a la velocidad que estime oportuna, evidentemente sin poner en peligro la integridad de sus perseguidores. Por lo tanto, Vettel no tuvo ninguna razón al quejarse ni del ritmo del británico ni de si frenó o no en algunos sectores. Quizás se le haya olvidado que en esas situaciones todos los pilotos -detrás del coche de seguridad- tratan de mantener la temperatura de los frenos pisando el pedal a fondo y de calentar las gomas con movimientos bruscos de un lado a otro de la pista. En realidad, lo que le pasó al germano fue que quiso pegarse a la zaga del Mercedes número 44 para que no se le escapara al reemprender la marcha, como ya le había sucedido en la anterior aparición del safety.

Y al no darle distancia suficiente, le embistió por detrás. Pero lo más grave se produjo después de ese toque, cuando en una acción impropia de un deportista de élite, se puso a la altura del británico para reprocharle lo sucedido con todo tipo de aspavientos. Y a renglón seguido, le golpeó con su SFH-70 al W08. ¿Os imagináis que habría sucedido si os pilla la Guardia Civil realizando una maniobra similar en una carretera convencional? Pues así de grave fue su acción. En realidad perdió los papeles, los nervios, la cabeza y la razón con ese comportamiento i-na-cep-ta-ble. Parecía uno de esos macarras que todos nos hemos encontrado alguna vez en un atasco. Por cierto, la liviana sanción que recibió, un ‘Stop & Go’ de diez segundos, se quedó muy corta puesto que se merecía la descalificación. Quizás los ‘piropos’ que le dedicó el año pasado por la radio del equipo a Charlie Whiting en el GP de México ahora han surtido efecto. Sin ninguna duda, el de Heppenheim ha manchado su imagen tras actuar de un modo tan imprudente. Al mismo tiempo, ha demostrado una muy preocupante falta de autocontrol que, al menos en la cita a orillas del mar Caspio, le convirtió en un peligro para sí mismo y para el resto de los adversarios. Parece que cuando las cosas no le salen bien o al menos, como él espera, la presión le supera.

Pero, amigo, no siempre el viento sopla de cola, a veces en la vida lo hace de frente o de costado. Y ahí es donde hay que demostrar la calidad, talento y maestría superando dichas adversidades. Al margen de las consideraciones técnicas y deportivas del asunto, hay que decir que gran parte del problema de la conducta del germano, como sucede con esos hijos consentidos que crecen pensando que ‘todo el monte es orégano’, reside en que se le han permitido demasiadas actuaciones punibles. Y claro de aquellos polvos llueven estos lodos. Por cierto, ahora el 5 de la escudería de Maranello dice que está dispuesto a hablar con Hamilton. Sin embargo, éste le ha respondido afirmando que solo lo hará en la pista ganando el Mundial. Ahí es donde debería expresarse Seb y demostrar que puede conquistar el Campeonato luchando contra otros rivales que cuentan con mecánicas de similar calidad, y triunfar bajo presión.

Nos gustaría finalizar preguntando qué sanción habrían recibido otros pilotos (Stroll, Sainz, Ocon, etc.) si hubieran realizado una maniobra de ese estilo. Por todo ello, le sacamos tarjeta roja y deseamos que, por el bien de este apasionante deporte, se tome una tila antes de competir y que hechos de esta naturaleza no se repitan.

 

Autor : Javi Prieto / @Willyeforever