El ritmo de los ‘cavallinos rampantes’ había demostrado ser superior durante el fin de semana, y la Scuderia tuvo hoy la oportunidad de materializarlo una vez se apagaron los semáforos hoy en Bélgica.

El tetracampeón Sebastian Vettel partía junto a su rival, Lewis Hamilton, y supo preparar genialmente el adelantamiento que le daría la victoria. Los dos líderes del Campeonato llegaron en grupo junto a los Racing Point Force India al final de la recta Kemmel. En ese momento, el piloto alemán ya había ganado la posición al Mercedes.

El resto de la carrera fue realmente tranquila para Vettel, aunque no tanto como para su compañero. Kimi Räikkönen se veía fuera de la lucha tras sufrir un pinchazo a manos de Daniel Ricciardo, en la primera curva de Gran Premio. Los proyectiles de goma destrozaron el fondo plano de su SF71H, además de buena parte del alerón trasero. Con un monoplaza malherido, ‘iceman’ se vio obligado a cerrar su carrera de forma prematura.

Sebastian Vettel (1º):

“Estoy muy contento de haber tenido una carrera tan buena. El coche ha demostrado ser fuerte en todos los circuitos, y este fin de semana pudimos contar con un extra de potencia con el nuevo motor, lo que nos ayudó en las rectas”, relataba el alemán.

“En la salida, mi intención era mantenerme cerca de Lewis, para poder salir rápido de la primera curva y tomar ventaja del rebufo adelantar. Tras la salida del Safety Car, la situación era la opuesta, y conseguí salir bien de la curva 1 para mantenerme delante”, añadía Sebastian.

“Los chicos hicieron un pit-stop fantástico, no me podía creer que la luz verde se encendiera tan rápido, y eso dejó sin opciones a nuestros competidores”, halagaba Vettel a su equipo.

“Esta es una gran victoria para todo el equipo, y espero que sea igual en Monza. Tendremos que seguir luchando para que así sea”.

Kimi Räikkönen (RET):

“No sé qué ha ocurrido en la salida. Sólo sé que alguien me golpeó por detrás, y sufrí un pinchazo al instante. Eso significó gran cantidad de daños en el alerón trasero y en el suelo del coche”.

“A partir de ahí, no podía ir rápido, y el DRS se mantenía abierto en todo momento. Era muy complicado mantenerse en pista, y no tenía sentido continuar. El daño era demasiado y tuvimos que volver al garaje”, declaraba el finlandés para concluir.

Imágenes: Scuderia Ferrari