En pleno ecuador de la temporada, con la proximidad a las vacaciones de verano, y con el rendimiento de los equipos ya al descubierto llega la incertidumbre acerca del futuro de algunos pilotos. El caso de Fernando Alonso siempre tiene tintes especiales: su trayectoria, imagen y en definitiva peso específico dentro de la parrilla y más allá. Un veterano que año tras año está más cerca de alejarse la categoría. La situación de Mclaren igualmente aporta, un histórico en época de vacas flacas que parece no tener soluciones a corto plazo para enderezar su rumbo.

En los últimos tiempos el piloto español ha buscado retos fuera de la Formula 1. Primero, en 2017, dejaba a un lado el Gran Premio de Mónaco para hacer las américas participando en las míticas 500 Millas de Indianápolis. Acciones y movimientos que excedían del plano deportivo, con el sello de Zak Brown. En el Brickyard ganó más reconocimiento a la vez que realizó un acercamiento hacia la competición estadounidense. El abandono pasó a un segundo plano quedándose en un volveré. Importante esto último sin duda.

Para este 2018, como parte de su objetivo de conquistar la Triple Corona, Fernando Alonso iba a subirse por primera vez a un prototipo en Daytona. Compartiendo filas con Lando Norris y Phil Hanson en el equipo United Autosports adquiría el aprendizaje necesario para el plato fuerte: el WEC. Con la trigésimo octava posición en esas 24 horas, Toyota anunciaba un mes más tarde la incorporación del ovetense. Una apuesta fuerte por parte de unos de los principales rivales de Honda, quien presumiblemente había obstaculizado la participación del piloto en Le Mans años atrás.

A su vez, la agenda del español estaría repleta para este año al concurrir en dos categorías. Es por ello por lo que se realizaron cambios de calendario que afectaron a varias competiciones como la Super GT de Japón o la IMSA estadounidense. Intereses por parte de unos y otros que generaron polémicas entre afectados. Hechos que también muestran la expectación que se genera en torno a la figura del actual piloto de Mclaren. En este escenario, Alonso junto con Nakajima y Buemi se alzaron con victorias en Spa y en Le Mans. Sin rivales firmes Toyota transita de forma dominante.

Esta faceta multidisciplinar es la que Ross Brawn destaca. La dedicación por parte del deportista para lidiar con sus obligaciones, además de cumplir con ellas:

“Mientras todos en Formula 1 están asumiendo el reto del primer triplete de carreras con determinación y dedicación, para un piloto este período ha sido aún más intenso”.

“La carrera de Austria fue el cuarto fin de semana consecutivo en pista pero no hay signos de desgaste por parte del piloto de Mclaren, quien estuvo dispuesto a luchar hasta la última vuelta. En Austria Alonso una vez más realizó una carrera magistral”, comenta Ross Brawn.

Para 2019 no se conocen qué obligaciones tendrá. Sin saberse detalles aún sobre sus decisiones, Brawn en sus declaraciones para la web Motosport Week, declara:

“Quien sabe, quizá él esté buscando realizarse fuera de la Formula 1, pero espero que no sea así. Aún es bastante rápido y la Formula 1 necesita su indudable carisma y talento”.