Fernando Alonso regresa a una Comunidad Autónoma con la que estuvo muy ligado en su etapa en karting. Vuelve a un circuito donde le vio ganar por última vez en 2013, sumando una victoria más a la cosechada en 2006 con Renault. El trazado catalán en Montmeló es siempre el punto de encuentro del asturiano con su afición, la cual ha ido cambiando de color con cada cambio de equipo: desde el azul y amarillo con Renault, pasando por el rosso Ferrari y acabando ahora con blanco y negro de Mclaren Honda o bien los tonos anaranjados actuales para aquellos más opulentos y al día.

De acabar o no, el bicampeón no lo tiene claro. Al menos no lo muestra, traslada la toma de decisiones futuras para después de verano. Cada vez se alejan más las fechas, comenzó Zak Brown a principios de temporada mencionando el mes de julio, luego agosto y ahora el piloto opina:

“No es el momento de pensar más allá de este verano, pero en septiembre u octubre necesitaré considerar lo que haré el año que viene. Si es el momento de encontrar otros retos fuera de la F1 o si la F1 será una oportunidad para ganar el campeonato, que es mi principal objetivo. Estoy muy abierto a cualquier cosa y creo que con los coches de este año y la normativa de 2017 los coches son atractivos de pilotar, creo que la F1 ha vuelto de alguna forma”. Palabras recogidas en la rueda de prensa oficial de la FIA.

No cierra puertas y dilata los plazos a la espera de una resolución que satisfaga sus criterios, esencialmente. Esta es su postura en la actualidad, enfoca sus efectivos en otro reto distinto. Primero el Gran Premio de España ya que es lo que ocupa en estos momentos. Sin nuevas noticias respecto al avance en rendimiento del MCL32, la mentalidad y el planteamiento de esta prueba es idéntico a las anteriores. Es por ello por lo que querría dar tiempo a sus decisiones. La nueva unidad de Honda tardará más en llegar, así pues sería de su principal interés evaluar la reacción y solvencia del motorista:

“Veremos qué podemos hacer aquí. No estamos en el mejor momento. Hemos rendido por debajo en las primeras cuatro carreras, en mi caso no he terminado ningún Gran Premio. El primero paso es mejorar lo hecho hasta ahora, que no es difícil. Lo segundo es encontrar cómo de competitivos podemos ser en este circuito, con las mejoras que trae todo el mundo las cosas pueden cambiar”. Comentó a los medios.

La Indy 500 es la siguiente cita. Tras la celebración del GP volverá a cruzar el charco para continuar con la preparación de una carrera que vive con entusiasmo tanto él, como el equipo, como los aficionados de una y otra categoría. Tras aprobar con nota el Rookie Orientation Program es hora de pasar a la acción, al fuego real en definitiva. Su arma para esta batalla, el Dallara DW12, tiene un tono especial. Bastante diferenciado de todo aquello en lo que se haya subido, se podrá apreciar en su museo una vez que finalice la mítica carrera oval:

“Sí. Después de la carrera vendrá, así que estará en el museo también. Cada coche que he pilotado estará en el museo después. Con éste no será diferente”

“Fue diferente a lo que esperaba. El coche iba diferente, esos reglajes asimétricos no son normales en el pilotaje. Tienes que adaptar tu mentalidad un poco al afrontar la primera curva. Pero al final me sentí con un poco más de confianza, pude empezar a sentir algunos cambios de los reglajes porque las técnicas de conducción son un poco diferentes”

Una experiencia que le apartará de la realidad en la F1, la cual se tornó en un color bastante oscuro. De esta manera y arropado por su hinchada, el ovetense ha dejado mensajes claros sobre su futuro. Únicamente queda una incógnita para despejar: ¿cuál será su próxima casa?

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Mclaren