Con motivo de las 24 Horas de Le Mans, Fernando Alonso ha estado presente en el circuito de La Sarthe antes de la arrancada de la mítica prueba francesa. El asturiano, campeón en 2018 y 2019 con Toyota, hizo una demostración con el Alpine F1 una semana antes de que vuelva el Gran Circo a Spa-Francorchamps, después del parón veraniego.

“Estamos aprovechando estos días un poco de vacaciones para seguir entrenando y estar a punto para la segunda parte del año, que va a ser muy exigente con todas las carreras que vienen seguidas“, dijo Alonso.

Creo que [la parrilla] no va a cambiar mucho hasta el año que viene. Esta segunda parte es interesante porque tenemos desafíos importantes, carreras ilusionantes como Monza, que es un circuito histórico. Luego, la vuelta de Turquía, que volvió el año pasado, pero que yo no pude disfrutar; y tengo ganas de volver a Estambul. Hay desafíos importantes, pero yo creo que en cuanto a competitividad y a resultados va a haber que esperar a 2022 para ojalá tener una nueva esperanza para todos“, añadió.

Sobre la victoria de Esteban Ocon en Hungría y su cuarto puesto, el asturiano cree que fue algo excepcional, un cúmulo de circunstancias que permitieron que los dos Alpine pudieran estar en esas posiciones al cruzar la bandera de cuadros.

Creo que fueron circunstancias especiales y esas circunstancias que se dieron en Hungría no pasarán tan a menudo como nos gustaría. Pero bueno, se aprovechó la oportunidad, ganó el equipo en Budapest; pero creo que para que se dé otra carrera en la que casi todos los favoritos se queden en la primera curva y llueva; y pasen todas estas cosas… vamos a tardar años en verlo. A ver si podemos mejorar lo suficiente el coche como para no tener que esperar esas carambolas y poder ser candidatos a podios o a buenos resultados por méritos nuestros, también“.

 

Imagen: @AlpineF1Team