Como sucede en varios GGPP durante la temporada (España, Hungría, Abu Dabi…), en Baréin podremos ver la primera jornada de test oficiales post-gran premio, unos test que nos podrían dejar una imagen histórica: el apellido Schumacher de nuevo a bordo de un Ferrari.

LA IDÍLICA RELACIÓN, CERCA DE REPETIRSE

Y es que la sombra de Michael Schumacher es alargada, y su legado es prácticamente eterno, con un palmarés de 5 mundiales que elevaron al edén a la escudería italiana y que ven como el propio hijo del ‘Kaiser’ está en ascenso, y que su llegada al ‘Gran Circo’ podría no ser muy lejana; todo dependerá de su rendimiento en F2.

F2: PRIMER PASO

Un talento que ha rehuido de la presión asociada a su ya eterno apellido, y que no ha evitado su normal progresión categoría a categoría, situándolo ahora en la categoría de plata, antesala de la F1, a los mandos de un Prema Racing. Según la revista británica Autosport, Mick probaría el Ferrari en el primer día de los test y rodaría con Alfa Romeo el segundo día.

LECLERC, ESPEJO EN EL QUE MIRARSE

Estas pruebas serían la primera prueba del joven alemán en F1, ya que hasta ahora la máxima experiencia del talento teutón ha sido la F2, en la cual debutará precisamente este mismo fin de semana en el GP de Baréin, con unas expectativas muy altas, no solo por su conexión familiar, si no que buscará asaltar el título como vigente campeón de la F3 Europea. De lograr el título de la F2, estaría emulando con bastante parecido la meteórica progresión de Leclerc, actual piloto de Ferrari.

Habrá que ver cual es el rendimiento de Mick este fin de semana en F2, y cuál es el objeto de Ferrari en subir al joven alemán a su SF90, más allá de seguir alimentando una relación que nos evoca a épocas gloriosas.

Imagen: Mick Schumacher (Twitter)