Victoria y drama para Mercedes en Azerbaiyán. Resume perfectamente el contraste de sensaciones tras un Gran Premio de Azerbaiyán en el que ha habido abandonos, accidentes, períodos de Safety Car y múltiples acontecimientos que reavivaban el fuego de una carrera que por fases parecía asentada y lista para sentencia. Ingredientes que inducían a la impredecibilidad. Los pilotos de Mercedes partiendo desde segunda y tercera posición pudieron no tomar parte en el primer incidente, Esteban Ocon estranguló a Kimi Raikkonen en el segundo giro quedando el francés fuera de carrera. Primer coche de seguridad con Vettel perseguido por ambas flechas plateadas, cinco vueltas completadas sin ni siquiera haber podido rodar con normalidad, apenas tres curvas.

Se dio comienzo a la caza del liderato, con los dos Red Bull por detrás batallando al límite iban a estar más desahogados. Sebastian Vettel abría algo de brecha mientras que Valtteri Bottas y Lewis Hamilton mantenían un tándem con el que atacar la primera posición. La vuelta 22 iba a ser clave para esos momentos, ya que el piloto inglés cometía un error bloqueando frenos produciendo un plano que le obligaba a parar. Blandos nuevos para él con la idea de llegar hasta el final. Realmente con las condiciones de pista y la dificultad de poner este compuesto en temperatura, parecía que se le complicaban las opciones.

Mientras tanto, Valtteri Bottas continuaba en segunda posición gestionando un juego de súper blandos al que pudo sacarle bastante partido. Sebastian Vettel no tenía necesidad de parar, puesto que Hamilton en esa fase no suponía una amenaza. Las vueltas lentas por las causas descritas tras salir del pit lane, más la distancia que el alemán pudo sacar fueron suficientes para mantenerle a raya. El líder no efectuaría su cambio de gomas hasta la vuelta 30, también con franjas amarillas con la idea de seguir hasta completar la última vuelta. No pudo continuar en pista con ese juego de súper blandos inicial, jugada que sí pudo ejecutar Bottas adjudicándose el liderato.

El finés realizó una gestión sobresaliente, ya que previamente a la parada de Sebastian Vettel incrementó el ritmo marcando vueltas rápidas con la idea de hacer el undercut con los ultra blandos. Sin embargo, el piloto de Ferrari sí que fue capaz de marcar mejores tiempos por vuelta que Lewis Hamilton. Por lo que nuevamente el británico no fue un obstáculo. Pero, con los Red Bull en una lucha suicida acabaron por dinamitar su gran premio y puede que algo más. En un intento de adelantamiento en la primera curva de Ricciardo sobre Verstappen, colisionaron con posterior abandono forzado para los dos. De nuevo el Safety Car salió al urbano de Baku.

Oportunidad de lujo para Bottas, parada casi gratuita. El tiempo perdido en boxes iba a ser menor, por lo que en la vuelta 40 entra a equipar esos ultra blandos. Igualmente, tanto Vettel como Hamilton aprovechan la ocasión y hacen lo propio. Ergo, había un trío de cabeza con los mismos compuestos alineados para una relanzada que daría el pistoletazo de salida a unas frenéticas vueltas. En este período, Romain Grosjean colisionó con el muro calentando los neumáticos. Monoplaza completamente destrozado que iba a demorar aún más al requerirse de una grúa para retirar el VF-18 del piloto francés.

Concretamente siete vueltas, por lo que quedaban cuatro para ver la bandera a cuadros. Mucho en juego, Valtteri Bottas tenía ya la primera posición seguido de Sebastian Vettel y su compañero. Al apagar el Safety Car sus luces, el finés no pudo dejar a Vettel atrás produciéndose un intento de rebase de éste en la primera curva. Sin poder ganar la posición, el piloto de Ferrari se fue largo perdiendo sendas posiciones con Hamilton y el propio Bottas. Ya los pilotos de Mercedes conformaban la primera y segunda plaza, con Raikkonen fuera del podio. Escenario idóneo para sumar unos puntos muy útiles para el campeonato de constructores.

Aún quedaba lugar para más giros de acontecimientos, puesto que no habría premio para Bottas. Un pinchazo fatídico por un trozo de alerón depositado en pista tan solo dos vueltas después le dejaba último. Hamilton lideraba hasta el final llevándose una victoria que salva a Mercedes de las justicieras calles azeríes:

“Estoy absolutamente destrozado. Duele mucho. Pero así son las carreras: algunos días son buenos, algunos malos y otros muy malos. Una pequeña pieza destruyó todo mi fin de semana. Tuvimos una buena carrera hasta el pinchazo. El coche se sintió realmente bien y fuimos rápidos. Pensaba que tenía todo bajo control en la relanzada tras el Safety Car, pero entonces de repente mi rueda estalló. No vi el trozo y no pude sentir nada hasta que el neumático reventó. Estuvo muy cerca en las dos últimas carreras, así que es bueno que nuestro equipo ganara hoy, pero yo obviamente estoy muy decepcionado. Lo intentaré de nuevo en dos semanas”, comentaba Valtteri Bottas.

Victoria número 63 para Lewis Hamilton que le coloca además líder del mundial de pilotos diluyendo la ventaja de nueve puntos que Sebastian Vettel poseía antes de llegar a Baku. Ahora, el vigente campeón llegará a Barcelona con cuatro puntos sobre el piloto de Heppenheim:

“Tuve emociones enfrentadas hoy. Valtteri mereció ganar, realizó un trabajo excepcional y un pilotaje impecable. Ésta fue una carrera tan loca y emocionante y nunca hay que rendirse. Fui constantemente empujando pero fue un verdadero sufrimiento. Me siento increíblemente agradecido por salir victorioso. Tienes que aceptarlos altibajos y no me puedo quejar por la victoria; me lo quedo y con suerte aprendo de hoy. Pero Valtteri tuvo muy mala suerte, un primero y segundo hubiera sido un resultado genial para el equipo. No la hubiera obtenido si no fuera por el pinchazo. Parece que Ferrari tiene mejor coche aún, nos superaron todo el fin de semana. Fuimos capaces de contenerlos en carrera. Sin duda tenemos algo de trabajo por hacer, pero estamos ahí y va a estar muy apretado. Tenemos que mantener la cabeza abajo y seguir trabajando”, citaba Hamilton.

Imagen: Mercedes AMG F1