No nos podíamos esperar nada más. Sebastian Vettel fue invitado a los aposentos de Jean Todt en el día de su cumpleaños (3 de julio) para tomar unas copas y charlar, nombrar, mencionar por encima aquel desafortunado momento en el que el alemán embistió lleno de furia su coche contra el del líder de la prueba, Hamilton, detrás del coche de ‘seguridad’.

Días después de hacerse el tonto ante los micros de la prensa internacional en Azerbaiyán, Sebastian publicó una carta en la que se atribuía la absoluta totalidad de lo sucedido en el arenoso trazado de Bakú. Tales disculpas y humildes palabras ya nos anticipaban qué es lo que se iba a encontrar el ferrarista en la Plaza de la Concordia de París: un ramo de flores y un “feliz cumple Seb, ¿cuántos van ya?”.

¿Metidas de pata de las que se ha salvado? Muchas. Por ejemplo, la situación que podría haberse dado si en ese golpe lateral al Mercedes, algún elemento del eje delantero del monoplaza plateado se parte y Lewis pierde la integridad y control del coche al final de una recta de 2000 metros de largo. Pero este parece no ser un tema de demasiado interés para el jefe de la Federación Internacional de Automovilismo. Podemos cargarnos la curva más emblemática de un circuito por seguridad, pero si los pilotos comienzan a chocarse entre sí, lo preocupante pasa a ser la imagen que se le da a los niños y a los fans del deporte.

Así lo expresan en su más reciente comunicado, que dio fin en la noche del lunes con el ‘caso Kamikaze’: “En vista del desarrollo de los acontecimientos, el presidente Jean Todt ha decidido que en esta ocasión, el caso debe cerrarse. La preocupación sin embargo es profunda debido a las más amplias repercusiones del incidente, primero por el impacto que tal comportamiento podría tener en los seguidores y en los jóvenes de las categorías inferiores de todo el mundo, y en segundo lugar por los posibles daños a la reputación de la FIA y la Fórmula 1”.

Durante la reunión, serían llamados Graham Stoker, Peter Bayer, Charlie Whiting y el director de carrera Laurent Meckies para ejercer de comité y decidir si la agresión a cuatro ruedas de Vettel merecía más castigo, y entonces llevar el caso al Tribunal Internacional de la FIA. Por el contrario, al cumpleañero le bastó con disculparse para mantener sus 14 puntos de liderato en el Campeonato y poner punto y final al escándalo. Ah, y no podrá formar parte de campañas de seguridad vial hasta final de año.

“En conocimiento de la severidad de lo ocurrido y sus potenciales consecuencias negativas, el presidente de la FIA Jean Todt aclaró que en caso de haber una sola repetición de tal comportamiento, la materia sería inmediatamente trasladada al Tribunal Internacional”.

En Austria pueden estar contentos, el señor Todt consiguió contentar al alemán y la Scuderia Ferrari no estropeará la fiesta de la velocidad que tendrán en su país este fin de semana. Surrealista.

Para concluir, una cita reciente, preocupante, del antiguo director de Ferrari: “El deporte de máximo nivel se da en un ambiente muy intenso en el que los temperamentos pueden lanzar llamaradas”.

 

Autor : Alejandro Valencia / @alexwhiteflag

Imágenes: @scuderiaFerrari