Lo que parece un secreto a voces empieza a ser palpable, la unión entre Red Bull y Honda. Cuando la firma de propulsores nipona acordó motorizar a Toro Rosso hasta 2020, parecía claramente una intención de, más tarde o más temprano aliarse con Red Bull. Para la firma austriaca, Toro Rosso es un banco de pruebas perfecto para que Honda siga escalando y, para los nipones también. Un equipo que no les meterá la presión de McLaren.

 

Las primeras carreras de Toro Rosso, salvo el gran resultado de Gasly en Baréin, no han sido para lanzar cohetes. Lo que si es cierto, es que el propulsor Honda está demostrando ser más fiable, le falta aún rendimiento, pero al menos el paso principal, que el motor no se rompa, se va cumpliendo.

 

El pasado fin de semana en el que se disputó el gran premio de Azerbaiyán, ambas partes, Red Bull y Honda, aprovecharon para realizar una toma de contacto, dar algunas pinceladas de lo que puede ser su futura unión. La asociación de Red Bull y Renault lleva ya algunas temporadas salpicadas por crisis y, parece que el divorcio con los franceses y la unión con los japoneses puede producirse más pronto que tarde. Helmut Marko, asesor de Red Bull y Masashi Yamamoto, director deportivo de Honda, fueron los encargados de llevar a cabo dicha reunión.

 

Yamamoto se mostraba satisfecho con la reunión: “Es el comienzo de un futuro potencial. Fue positivo”, declaraba el de Honda al diario alemán Suddeutsche. Lo que está claro es que antes de que acabe este mes que acaba de comenzar, ya conoceremos si finalmente, en 2019, Red Bull y Honda estarán definitivamente asociados, o si los de la marca austriaca deciden esperar más. Hay que recordar que la FIA ya deberá conocer en junio los motores que cada equipo usará en la próxima temporada.

 

Imagen: Red Bull Racing