La victoria de Ricciardo en China supuso un soplo de aire fresco, todo un respiro para la escudería austríaca. Pero esto es un bálsamo para los de Milton Keynes, pues dejando a un lado el triunfo del piloto australiano, la realidad es que de nuevo el propulsor Renault no está ofreciendo a Red Bull todo lo que necesitan. Fiabilidad y rendimiento, los dos parámetros que se miran con lupa en un motor no están terminando de funcionar en el propulsor francés bajo los lomos de Red Bull, y eso, en un quipo que aspira a batirse de tu a tu con Mercedes y Ferrari no se puede dejar pasar.

 

De nuevo asoman los fantasmas de ruptura entre Red Bull y Renault como en años pasados. Los problemas se le han acumulado a la escudería austríaca ya desde la pretemporada, siempre en lo referido a fiabilidad. Metidos ya en la temporada y con solo tres carreras disputadas, sus pilotos suman ya un abandono cada uno en su casillero. Hay que recordar además que Ricciardo estuvo a punto de no poder salir a pista en la calificación del pasado sábado en China. Por lo que desde Red Bull dan por hecho que las sanciones no tardaran en llegar para ellos, pues este año, el límite de propulsores para toda la temporada es de tres. Helmut Marko, asesor de Red Bull lo tiene más que asumido. Aun así espera que por lo menos, puedan sacar algo positivo de ello de cara a la evolución del propulsor ya que Renault podría optar por acelerar el desarrollo:

 

Estamos seguros de que obtendremos sanciones. Sólo tenemos que asegurarnos de que van hacia el camino correcto”. Siempre estamos exigiendo rendimiento. Para Renault, somos tan molestos como los mosquitos y desafiamos mucho la mentalidad francesa. Declaraba Helmut Marko a la publicación Auto Motor und Sport.

 

Imagen: Red Bull Racing