El proceso de reorganización interna de Mclaren por el que Tim Goss y Eric Boullier fueron apartados de sus puestos, sigue en marcha. Llega, o más bien regresa ya que estuvo desde 1993 hasta 2010, a Woking Pat Fry, un hombre con dilatada experiencia y recorrido dentro de la F1. Desde principios de los 90, el británico ha conseguido recalar en escuderías de peso como Benneton, Mclaren, y Ferrari. Su última labor fue la asesoría del ya extinto equipo Manor hasta el fin de sus días. Un curriculum que le avala para la tarea que se le encomienda: tratar de resurgir a Mclaren. Ya durante el fin de semana del Gran Premio de Italia, desde Mclaren a través de su CEO confirmaban un secreto a voces que hoy mismo se oficializado.

Hasta la llegada de Allison a Maranello, ocupaba un rol parecido al que Mclaren le asigna. El área de ingeniería de Woking es donde Zak Brown tiene su punto de mira, por esta razón el estadounidense también trata de llevar a James Key para formar tándem con el propio Fry. Aunque desde Red Bull no pondrán las cosas fáciles a la hora de deshacerse de uno de los técnicos más brillantes en Faenza. De momento, su contratación de no ha sido culminada por falta de acuerdo entre Red Bull y Mclaren. Estos acontecimientos han podido derivar la incorporación inmediata del nuevo director de ingeniería.

Para el próximo año, Fry tendrá a una dupla de pilotos completamente renovada. Con Alonso habiendo anunciado su retirada y con Vandoorne ajusticiado en beneficio de Lando Norris, serán además el único cliente (hasta la fecha) de Renault. De esta forma, la renovación del equipo Mclaren se efectúa en medio de una crisis de resultados que se prolonga desde su última visita al podio en el Gran Premio de Australia de 2014, y una infructuosa unión con Honda que ha dejado al equipo diezmado con la necesidad de decisiones severas como las que se están aplicando.

 

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