Max Mosley, uno de los padres de la Fórmula 1 moderna, ha fallecido a los 81 años de edad. El británico, natural de Londres, fue presidente de la FIA durante 16 años, dejando el cargo a Jean Todt en 2009.

Su andadura en el motorsport empezó con la Fórmula 2 cuando Max era universitario. Años después, en 1970, fundó el equipo March que estuvo en la parrilla hasta 1993. En ese año, comenzó su andadura como presidente de la FIA y será reconocido siempre como uno de los impulsores de la seguridad, después de los accidentes fatales de Ayrton Senna y Roland Ratzenberg.

Bernie Ecclestone, figura muy cercana al inglés, ha lamentado su pérdida: “Es como haber perdido a un familiar, era un hermano para mí. Nos entendíamos el uno al otro. Eso significaba que nos podíamos criticar abiertamente si no compartíamos ideas. Siempre hemos mantenido el contacto y hablábamos seguido”.

Jean Todt, actual presidente de la FIA también ha tenido unas palabras de despedida con Mosley.

“Profundamente entristecido por el fallecimiento de Max Mosley. Fue una figura importante en la F1 y el automovilismo. Como presidente de la FIA durante 16 años, contribuyó en gran medida a reforzar la seguridad en la pista y en las carreteras. Toda la comunidad de la FIA le rinde homenaje. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia”.

La F1 moderna le debe el primer Pacto de la Concordia de la historia, así como la implementación del HANS como medida de seguridad para los pilotos, y el aumento de la rigurosidad de los test de impacto de los chasis.

 

 

Imagen: diariomotor