Desde los primeros libres se vislumbraba que este fin de semana era uno de los fértiles para la cosecha de puntos del equipo británico. La clasificación despejaba algunos de los interrogantes posicionando a los pilotos en posiciones aptas para conseguir algunos puntos el domingo. Ni las predicciones ni los indicios fueron equívocos, ya que la octava posición de Fernando Alonso en Interlagos permite sumar 4 puntos. Quizá a estas alturas sean inservibles ya que se antoja materialmente imposible adelantar a Haas en el campeonato de constructores, pero cada rayo de luz implica subir la moral de cara a 2018.

El asturiano con esa sexta plaza de partida firmaba la mejor de toda la temporada. Al apagarse el semáforo debió de defender el ataque de Carlos Sainz primero y de Sergio Pérez en el primer giro, pudiendo colocarse tras Max Verstappen. Por tanto, quinta posición para cuando se desplegó el Safety Car producto del accidente entre Romain Grosjean y Esteban Ocon en la curva cinco de esta accidentada primera vuelta.

Primer giro al circuito de Interlagos que dinamitó también la carrera de Stoffel Vandoorne. El piloto belga tuvo una colisión con Kevin Magnussen que dañó severamente con su monoplaza, certificando así el primer abandono de la carrera:

“Seguramente no es la carrera que quería. Realmente hice una gran salida, luego tuve una buena lucha con Ocon y Grosjean y casi les adelanto, por poco tuvimos un accidente cuando todos nos juntamos”.

“Después, en la curva dos, tuve un sándwich con Magnussen y Ricciardo. No había donde ir. Un final desafortunado para mi carrera. Desde mi perspectiva, no había sitio al que hubiera podido ir para evitar el incidente”.

“Definitivamente creo que hoy fue una oportunidad perdida para sumar puntos. Nuestro ritmo de carrera parecía realmente prometedor el viernes, y así lo siento, con las condiciones de pistas así de calientes hoy y tras hacer una salida buena, tuvimos una buena oportunidad de acabar en los puntos. Una pena”, lamenta el piloto.

Así se relanzó una carrera en la que Alonso tenía detrás a Felipe Massa y A Sergio Pérez como principales contendientes, más Lewis Hamilton y Daniel Ricciardo que iba a ir consumando sus sendas remontadas. En este punto se hizo evidente la falta de velocidad punta del MCL-32, Felipe Massa logró rebasarle antes de la primera curva. Solo quedaba aferrarse al segundo sector, talón de Aquiles del Williams, para disponer de DRS y así defender su posición con Sergio Pérez.

Manteniendo al mexicano detrás y con el ídolo local a un segundo fueron pasando las vueltas. La llegada de Hamilton dejó a Pérez algo descolgado ya que el piloto de Force India se lo puso más complicado. El piloto asturiano habilitó el adelantamiento al vigente campeón en aras de seguir disponiendo de DRS.

La parada de Massa llegó en la vuelta 27, como era más que previsbile: blando y hasta el final. Alonso entró una vuelta más tarde con la idea de volver a coger la estela del brasileño. De esta forma llegaron a las últimas vueltas perfectamente compactados en el margen de varias décimas. Lucha abierta, que a pesar de todo, resultando las posiciones intactas:

“En general, ha sido un Gran Premio de Brasil feliz para nosotros. Empezamos sextos, en la primera curva subimos a la quinta, y después finalizamos en los puntos, uno de los mejores fines de semana”.

“Tuve un coche fantástico durante toda la carrera, pero, al final, simplemente no podía adelantar. No teníamos suficiente velocidad en las rectas. Estuve muy, muy cerca de Felipe un par de veces en la salida de las curvas, y pensé “ahora es cuando puedo pasarle” pero aunque estuviese usando DRS, se alejaba”.

“Él estuvo muy constante y no cometió errores. También, siendo la última carrera de F1 en Brasil de Felipe, no estaba seguro de cuán duro defendería. No tuve la ocasión de adelantarle, de ninguna manera. Y tuve que defenderme de Pérez, por lo que estuve feliz cuando vi la bandera a cuadros”, resume el ovetense.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Mclaren F1