La FIA cree poder controlar el consumo de aceite, Charlie Whiting ha venido a calmar las inquietudes con un tema que ha sido protagonista y foco de la polémica entre Mercedes y Ferrari a mediados de la campaña pasada. Los de Brackley actuaron ante las medidas homologando motores previa a la entrada en vigor de la regulación, la cual limitaba a 0,9 litros cada 100 kilómetros. Por esas fechas, en las que Monza acogía la segunda carrera tras el parón, las informaciones desde el jueves se centraron en la astucia de Mercedes para poder consumir los 1,2 litros anteriores a dicha limitación.

Para esta campaña, de inicio, se impone 0,6 litros a los 100 kilómetros. La insistencia y persistencia se basa en evitar la ganancia de potencia gracias a aditivos que ayudan a elevar la relación de compresión, y por consecuencia la detonación del combustible. La normativa siempre ha sido estricta al respecto: solo se puede usar gasolina como combustible. Con estos intentos por parte de los equipos punteros, la FIA ha rediseñado la norma para tomar control sobre la quema de aceite:

“No había una especificación real de aceite, porque no solo aceite se quemaba. Ahora, se tiene que aprobar el aceite. Solo pueden usar aquellos que se hayan comprobado, así que nos dan una muestra como lo hacen con la gasolina y tiene que ser aprobado, de modo que es el único que pueden usar”.

“Hemos endurecido aún más las reglas de los motores en el Artículo 5 del Reglamento Técnico, y también hemos redefinido la posición de las tomas de aire para que no vuelva al motor, lo cual era el mayor problema”, comenta Charlie Whiting a ESPN.

 

La preocupación se traslada pues a la sesión de clasificación. Evaluar el consumo en carrera, a priori, da poco lugar a artimañas. Christian Horner ve lagunas en este campo. Las cantidades que se puedan emplear en esta sesión pueden ser reducidas, evadiendo así cualquier medición:

“Creo que la laguna de la que estamos hablando es la dificultad para comprobar la cantidad de aceite que ha estado usándose verdaderamente en clasificación. Tenemos un pequeño número de vueltas por lo que si vas a mirar el porcentaje, tienes que intentar detectar cantidades más pequeñas. Ese es el reto”.

“Hemos hecho que todos instalen sensores de aceite homologados en los tanques principales como también en los auxiliares, con lo que tenemos que ser capaces de comprobar esos también. Es cuestión de comprobaciones minuciosas simplemente para asegurar que están respetando el 0,6 incluso en distancias cortas”.

“Es relativamente simple en distancia de carrera, creo que estas son las cosas a las que se refiere Christian por ejemplo, sabemos que Renault consume poquísimo aceite. Otros no. Temen de que no seamos capaces de supervisarlo en muestras reducidas, pero tenemos la confianza de que sí”, concluye Whiting.

Cyril Abiteboul, a lo largo de 2017, afirmaba que Renault no exploraba los límites de la cantidad de aceite. Exponiendo esta causa como una de las principales por la que el propulsor mostraba déficit frente a Ferrari y Mercedes. El parisino eliminaba a la marca del rombo de toda ecuación a la vez que dudaba de que la FIA pudiera lograr de manera efectiva este control, a pesar de la confianza plena por parte del Delegado de la FIA en dichos sistemas.

 

 

Imágenes: news.com.au