Tras una buena pretemporada en términos de fiabilidad, se esperaba un inicio tranquilo para Honda, pero, tal y como podían prever los fatalistas, en la primera cita de la temporada, Pierre Gasly sufría un fallo en la unidad de potencia, y Hartley, finalizaba a más de una vuelta del líder, quizás bastante lejos de las expectativas niponas.

Recordemos que, con la nueva normativa, solo puede haber tres sustituciones en los componentes relacionados con el motor: MGU-K, MGU-H, ICE, TC…, y con este cambio, el panorama para Gasly le deja, a priori, con dos turbos, dos MGU-H y dos ICE para 20 Grandes Premios, una media bastante difícil de conseguir si recordamos las 19 sustituciones en componentes de motor que realizó Mclaren Honda en 2017.

Toyoharu Tanabe, responsable de Honda en F1 ha declarado en el portal americano Motorsport sobre la necesidad tan temprana de sustituciones en componentes de motor:

“Es una obviedad que no es una decisión fácil realizar una reemplazar componentes para la segunda carrera, debido a la limitación de tres unidades de potencia y de componentes entoda la temporada”

Honda vuelve a las andadas: nuevo MGU-H para ambos y nueva ICE para Gasly

Honda experimentó problemas con Gasly, que no pudo finalizar el Gran Premio, así que según la marca de Sakura los cambios que se implementarán en Baréin son justo lo que necesitan para no volver a tener problemas de este tipo en Sakhir.

El japonés ha añadido: “Creemos que vamos en la buena dirección, continuando nuestro desarrollo para que no nos sucedan de nuevo estos problemas. Este trazado es duro para el motor, pero creo que podemos pasar página y centrarnos tanto en esta carrera como en las siguientes, sin tener problemas”.

Veremos si Toro Rosso, propulsada por Honda, consigue una actuación más brillante en este segundo Gran Premio de la temporada, o, si al menos, consigue afianzarse en términos de fiabilidad, asignatura pendiente para la factoría de Sakura.

Imagen: Toro Rosso Honda