La carrera de Baréin nos dejó varias notas interesantes dignas de análisis, pero sin duda la más llamativa fue la avería que impidió al monegasco Charles Leclerc lograr la consecución de su primera victoria en F1.

Corrían las últimas 20 vueltas de la carrera cuando Charles reportó por radio una pérdida de potencia en el motor, un fallo que no eran capaces de solventar desde el muro. En primera instancia, y por la tipología de la avería, se creyó que tanto el MGU-H como el K, componentes esenciales en la recuperación eléctrica de un F1, habían dejado de funcionar y eso le había dejado con 160 caballos menos que sus rivales.

En un comunicado emitido por la Scuderia Ferrari, los italianos han oficializado el error que sufrió el SF90 de Leclerc, el cual ha sido diagnosticado con un cortocircuito en la unidad de control del sistema de inyección en la unidad de potencia como fallo principal, algo que provocó que el monegasco perdiese un cilindro.

Según Ferrari, ha sido un fallo nunca visto en sus componentes, pero que no va a impedir reutilizar el motor, uno de los componentes que más deben cuidar los equipos contando que tienen tres unidades para 21 citas, algo que deja la fácil división de 7 carreras por motor. Para Charles Leclerc, potencial candidato a vencer el campeonato, perder un motor entero en la segunda cita sería fatal para la previsión del monegasco.

Veremos si algún fallo así se repite en la carrera de China en Ferrari o en alguno de los equipos cliente de la escudería italiana, que sin duda deberá consolidar su fiabilidad si quiere pelear con Mercedes no solo en China, si no en todo el campeonato. Los Libres 1 y 2 de China seguramente sean el mejor veredicto para saber si el motor de Leclerc está para correr o no.

Imagen: Scuderia Ferrari