Una vez termines de leer esta crónica puede que pienses que estás sufriendo un “deja-vú”. Eso es lo que ha sido precisamente la carrera de México para el equipo Red Bull. En resumen: la fiabilidad vuelve a golpear a Daniel Ricciardo (8 vez esta temporada.. ¡Octava!) y Max Verstappen se lleva la victoria con una conducción muy madura. Ésta victoria es la quinta para el holandés y se convierte en el piloto más joven en conseguir 5 triunfos sin ninguna pole position en su bolsillo.

La carrera no comenzó nada bien para el australiano. Salió con poca tracción y en los primeros metros ya le habían adelantado su compañero de equipo y la flecha plateada #44. La clave de la carrera ha estado precisamente en la primera curva: Max Verstappen ha aguantado en el interior, a pesar de ser la zona sucia, y ha conseguido parar su Red Bull ha tiempo para salir del embudo en primera posición. Y desde ese momento, dominio absoluto del holandés. Margen de hasta 12 segundos en gran parte de la carrera para tener un colchón en todo el descontrol que han causado los Pirelli en la carrera.

El drama en el box de Red Bull se ha vivido en la vuelta 62. Tras el resurgimiento de los neumáticos superblandos, Ricciardo ha empezado a sacarse de la manga vuelta rápida tras vuelta rápida hasta ese instante. Al llegar a la zona del estadio, un humo blanco ha pintado el difusor del Red Bull y ha significado el fin de la carrera para el del dorsal #3.

Tras la carrera, David Coulthard tuvo la oportunidad de entrevistar al ganador de la carrera en la zona del estadio.

“La clave ha estado en la salida. Ha sido una noche dura para mi. Apenas he pegado ojo por lo que pasó ayer. Estaba muy decidido en ganar. Muy contento por la victoria y con ganas de pasar por casa unos dias.” Max Verstappen

Imágenes: Red Bull Racing