Williams ha terminado ocupando los últimos lugares al finalizar el Gran Premio de Gran Bretaña. Con los problemas acontecidos con la nueva configuración de ala trasera y difusor el sábado, decidieron regresar a la versión anterior por lo que la dupla de pilotos partió desde el pitlane en compañía de Brendon Hartley. Cada uno con una estrategia de neumáticos diferente: Stroll con medios y Sirotkin con blandos, aunque desde este punto de arrancada no quedaba más remedio que permanecer en pista el máximo tiempo posible.

El ritmo de carrera solo permitía batallar entre ellos, por lo que las posiciones ganadas, hasta el decimotercer y decimocuarto puesto al cruzar la meta, iban a ser producto de los diferentes abandonos. Tal es así que desde el muro de Williams no intentaron una estrategia diferente con la aparición de los Safety Car, por lo que los pilotos se mantuvieron en el plan inicial durante toda la prueba sin flexibilizar. Stroll fue quien estuvo más cerca de poder aprovechar esta circunstancia:

“En la salida estuvo apretado, especialmente por Sergey, quien iba delante de mí saliendo del pitlane. Fue una experiencia diferente. Creo que tuve mala suerte y nuestra carrera pudo haber estado mucho mejor ya que paré en la vuelta 31, una vuelta antes del Safety Car. Esto fue después de hacer un buen stint con el medio, por lo que fue una pena porque si hubiera hecho una vuelta más probablemente habría ganado algo de tiempo parando bajo el régimen de safety car y quizá podríamos haber acabado en los puntos. En cualquier caso, esa es la suerte en el deporte del motor y es cosa de acertar o perder. El resto estuvo bien y estuvimos siguiendo el tren hoy. Al final pude ver algunos coches delante de mí no demasiado lejos, por lo que estuvo bien”, detalla Stroll.

 “Fue una carrera dolorosa. La primera parte no parecía tan mala, creo que tuvimos una gestión razonable sobre el neumático de clasificación. Perdía ritmo pero al menos estaba todo bajo control. Luego, realizamos la parada tarde con la esperanza de tener un buen segundo stint que fue más corto y rápido, pero entonces nos topamos con muchas banderas azules y los safety car que lo complicaron por los neumáticos. Más adelante, estuve con el compuesto más duro mientras que todos tenían el más blando y en temperatura, simplemente fue muy doloroso estar ahí como piloto para correr hasta el final. En conclusión, muy decepcionante”, lamenta Sirotkin.

“No fue una situación agradable llegar al Gran Premio de Gran Bretaña en un día de carrera con los dos coches saliendo desde el pitlane. No hay muchos en el equipo que hayan empezado con un coche en el pitlane, por lo que fue una experiencia nueva e incluía algo especial en cuanto a logística, especialmente para el tiempo de preparación del orden de salida. Ambos coches se escaparon limpiamente, aparecieron en el grupo de carrera y se mantuvieron en una carrera que corría exactamente de acuerdo con el plan que habíamos establecido: Sergey en el stint más corto en el neumático blando, y Lance en un stint más largo en el neumático medio. El plan fue interrumpido por los dos coches de seguridad, pero decidimos seguir con el plan para que los dos monoplazas pudieran competir entre sí de acuerdo con sus diferentes estrategias. Durante el segundo coche de seguridad, le dimos a Sergey la opción de llevar otro juego de neumáticos, ya que se quejaba de cierta vibración en el neumático, pero optó por permanecer en la lucha con Lance, sin embargo, finalmente perdió la posición en el reinicio de carrera. Fue un buen trabajo para el equipo y los pilotos conseguir llevar los dos coches de vuelta a casa, pero una vez más, no en las posiciones que nos gustaría”, explica Paddy Lowe.

 

Imagen: Sutton Images