Fernando Alonso ha vuelto a dar un poco de dulce para el café de la tarde de Mclaren. El asturiano partía desde el garaje por cambios en su monoplaza. El tercer turbocompresor de la temporada le fue equipado al inicio del fin de semana, tras la clasificación el equipo decidió sustituir el MGU-K (tercero también en su cuenta), y el alerón delantero, el cual presentaba daños a causa de los pianos en la sesión clasificatoria del sábado. Así, el piloto perdía la salida colocándose a más de 5 segundos del pelotón, al que debía alcanzar aprovechando los conflictos del tráfico de las primeras vueltas y con la estrategia en mente con los súper blandos de inicio.

El abandono de Valtteri Bottas dio la primera oportunidad, con una posición ya ganada con el abandono de Hulkenberg. Un VSC para cambiar a blandos, con la intención de llegar hasta el final. Stroll, Gasly, y Leclerc (sus rivales directos) hicieron lo propio en este periodo. Mientras, Stoffel Vandoorne se quedaba en pista ya que debió de parar tras la primera vuelta por un toque en la curva tres con Pierre Gasly, punto caliente sin duda con numerosas salidas de pista y contactos entre monoplazas. A partir de aquí la carrera del piloto belga sería vagar en pista sin muchas opciones más allá de ir rescatando posiciones a causa de los abandonos.

El ritmo de carrera de los Mclaren era inferior al de sus rivales, por lo que la carrera iba a ir en la línea descrita anteriormente. Superando a los Williams, tras los problemas de Sainz con el blistering Alonso seguía pescando. Ahora comenzarían el mal de las ampollas, un problema generalizado del que pocos equipos se salvaron. Mclaren fue uno de los privilegiados en este aspecto, por lo que el piloto de Oviedo pudo ir recortando a los Sauber, con la parada de Ericcson y el abandono de Hartley pudo escalar dos puestos más. Previamente, Daniel Ricciardo recibió el mazazo moral al tener que retirar el monoplaza cuando existían opciones de victoria, con lo que otra posición más adjudicada.

Con apenas 14 vueltas para el final, con Ericcson volando con los súper blandos, Alonso pudo adelantar en pista a Leclerc y Gasly antes de que Lewis Hamilton abandonara el Gran Premio de Austria así como el liderato del mundial de pilotos, confirmando de esta forma la octava posición con la que vería la bandera a cuadros:

“Muy contento, no esperaba puntos hoy por lo que es una sorpresa muy grata”.

“Fue una carrera extraña. Empecé desde el pit-lane, rodando decimonoveno tras las primeras vueltas me quedé tras un grupo de coches que no eran capaces de ir a mi ritmo. También, el ala delantera nuestra era del año pasado, por lo que no sabíamos exactamente como se iba a comportar con el resto del paquete aerodinámico”.

“La carrera fue bastante caótica: la alta temperatura en pista causó mucho blistering a todos, pero fui capaz de mantenerlo a raya”.

“Los puntos fueron una buena recompensa, pero necesitamos seguir mejorando. La próxima carrera es nuestro gran premio en casa y necesitamos ser más competitivos allí”, resume Fernando Alonso.

“Fue un incidente de carrera normal en la primera vuelta: en la curva 3, estaban tres o cuatro coches en paralelo, y esa curva se cierra en el vértice y en la salida. No hubo manera de evitar el toque, por desgracia”.

“Tras parar para un morro nuevo, salí en tráfico, con bandera azules de inmediato ya que los líderes me pasaron. Fue muy frustrante tener que dejarles pasar”.

“Hacia el final, tuve algunas vueltas limpias y logré adelantar algunos coches de nuevo. Había algo de ritmo en el coche, si miras los tiempos, fuimos más competitivos hoy que en clasificación, eso es un plus”.

“El equipo obtuvo algunos puntos, es otro aspecto positivo para salir de un fin de semana difícil”, aporta Stoffel Vandoorne.

 

“La octava posición de Fernando fue un claro ejemplo de determinación y de una actitud de no rendirse. Al comienzo, cuando estaba sentado en su coche en el garaje, acabar en los puntos no parecía probable, pero pilotó de manera soberbia, cuidando las gomas, y yendo a tope cuando era necesario. Su persecución y adelantamiento a Charles Leclerc también muestra que hay algo más de ritmo en el coche los domingos que los sábados. Seguiremos trabajando en eso”.

“La carrera de Stoffel iba a estar difícil tras el choque en la primera vuelta en la curva tres. Fue simplemente un incidente de carrera, había muchos coches en paralelo, y él por desgracia salió perjudicado. La primera mitad de su carrera estuvo dictada por el tráfico, tuvo que dejar pasar a los líderes y no pudo coger ritmo”.

“Tras un par de grandes premios complicados, vamos hacia nuestra carrera en casa en Silverstone con la esperanza de un fin de semana más gratificante”, expresa Eric Boullier.

 

Imagen: Mclaren F1