Tanto en el Gran Premio de España como en el Gran Premio de Mónaco, el tema de los adelantamientos ha vuelto a subir a la palestra. En primer lugar, el circuito barcelonés de Montmeló siempre ha impuesto severas trabas a los pilotos para llevar a cabo ciertas maniobras. En la F1 moderna, tan dependiente de la aerodinámica para bien y para mal, seguir la estela de otro competidor es misión imposible debido a las turbulencias que éste genera a su paso provocando pérdidas conocidas como stall.

En las calles de Mónaco la imposición viene dada por el angosto entramado urbano, en el que cualquier intento de rebase puede acabar en accidente u otras consecuencias fatídicas para los intereses del piloto en cuestión. Esta cita se debe más al glamour, los negocios y la tradición más que al espectáculo en pista por sí mismo. La pasada edición, bajo esta perspectiva, podría calificarse de soporífero dada la invariabilidad de posiciones con causa y efecto de maniobras de adelantamiento.

Para el primer caso, la F1 se pone en marcha con cambios previstos para 2019. El alerón delantero sufrirá un rediseño, eliminándose todos aquellos flaps y aletines en los que ahora los equipos invierten cantidades ingentes de tiempo y dinero. Al ser el ala delantera el pilar básico de la aerodinámica, ya que recoge todo el flujo de aire que el monoplaza atraviesa, el resto deberá de acompañar. La zona de bargeboards verán reducida su altura, sustentándose todo el sistema mediante el ala trasera:

“Los adelantamientos son un problema claro, y sabemos que los pasos que daremos junto con la FIA para 2019 no son la cura, pero son un paso. Los cambios para 2021 serán más significativos”.

“Estamos con la aerodinámica. No queremos perder ese aspecto que hace que las carreras de F1 sean tan interesantes, pero creo que tenemos que hacer que los adelantamientos sean una parte más significativa en esta competición. Pero no son lo único. Hay muchas cosas que equilibrar: más acción en pista en muchas formas incluso más impredecibilidad”, comenta Chase Carey.

En adición, Chase Carey pretende seguir incidiendo en busca de hacer realidad una de las prioridades de Liberty Media: el espectáculo y deleite del aficionado. Esta persecución en la mejora de la experiencia para el aficionado trasladada al asfalto tomaría más tiempo, el efectuar cambios técnicos que resulten efectivos será más ensayo y error. Así urge idear una solución más a medio plazo. Una que ya se puso en marcha desde hace más de una década.

En los 2000 se dio a conocer la figura de Hermann Tilke, un ingeniero alemán al que se le encomendaron trabajos de remodelación ya en los 90. Más recientemente, dio a luz a trazados como Bahrein, Shanghai, Estambul, Circuit of The Americas, el Autódromo de Sochi, Corea e India (ya en el olvido), Yas Marina, Autódromo Hermanos Rodríguez y el urbano de Baku como obra más joven. En común, largas rectas que llevan a zonas de frenada fuerte. Generalmente una curva de 90º y así consecutivamente. A los laterales, escapatorias de asfalto para eliminar cualquier atisbo de duda al piloto a la hora de calcular y ejecutar un intento de ganancia de posición.

Con este zapato se ha querido calzar a la F1 en estos años pasados para tomar un camino que aún no tiene fin. Ahora, las palabras de Carey en la Conferencia Deportiva de la FIA celebrada en Filipinas revelan sus planes para los próximos años:

“Ante todo, queremos asegurar que son buenos para las carreras [los circuitos]. Antes de comenzar a hacer, tenemos que empezar con circuitos que ofrezcan grandes carreras”.

“Hoy en día, de forma realista, hay pistas en las que probablemente tenemos que trabajar ya que no están dando las mejores carreras. Algunas son geniales. En principio, queremos un circuito que dé carreras asombrosas y emocionantes”.

“Estamos en grandes ciudades por todo el mundo. Usamos la frase ciudades de destino y estamos en sitios en los que cuando los aficionados lo ven por televisión están entusiasmados por verlos. . Queremos esas ciudades y países mágicos que realmente intriguen y fascinen al mundo”, añade Carey.

 

Imagen: FIA