El GP de Francia sorprendió a propios y extraños por lo interesante que estuvo hasta la última vuelta. Las dos carreras anteriores en 2018 y 2019, no fueron las más atractivas en cuanto a espectáculo, por lo que no se esperaba que esta edición fuera diferente. Red Bull volvió a llevarse el gato al agua y amplía su ventaja en el campeonato de pilotos, con Max Verstappen al frente, y en el de constructores.

“Está claro que Mercedes se vio sorprendido por el potencial del undercut”, dijo Ross Brawn después de la carrera. “Está claro que lo que se llevó a cabo en la carrera no coincidió con los números. Esa fue la sorpresa”.

“Luego estuvo el quién apretaba el gatillo primero con una posible segunda parada. Una vez que alguien aprieta el gatillo de una segunda parada, no puedes entrar en boxes una vuelta después, ya que es demasiado tarde y caerías derrotado. Entonces quedas comprometido a seguir en una tanda larga”.

Fue muy valiente por parte de Red Bull hacerlo desde una posición de líderes, pero ellos no querían que se repitiera lo de Barcelona. Fue un enfoque realmente competitivo y agresivo. Eso nos dio un gran final”, refiriéndose a la estrategia de Mercedes en Montmeló.

“Mi mujer me preguntó ‘¿qué estarías haciendo si volvieras a estar en el muro de boxes de Mercedes?’ y le dije que me alegraba de no estarlo. Soy demasiado viejo y no sería bueno para mi presión sanguínea”, bromeó.

Hasta la penúltima vuelta, Hamilton pudo liderar la carrera, algo que Bottas no hizo ni por asomo, firmando otra actuación insuficiente a bordo de su W12. El director deportivo de la F1 quiso halagar la actuación del heptacampeón, aunque ésta fuera innecesaria para lograr la victoria.

“Lo que Lewis demostró fue su capacidad para sacar más partido a los neumáticos en circunstancias difíciles en comparación con Valtteri. Lewis es un maestro del rendimiento. A cinco vueltas del final no estaba convencido de que Max pudiera hacerlo, porque Lewis fue impresionante en ese relevo. Podría haber pasado de todo“, aseguró.

“Lo que estamos viendo ahora es una lucha clásica por el campeonato y hace que nos demos cuenta de lo que nos hemos perdido estos últimos años. Nos encantaría una batalla de dos equipos por el campeonato, y si no podemos tener eso, queremos dos compañeros de equipo luchando por ello”.

Nos había faltado algo así desde que Nico ganó su campeonato en 2016. Es genial ver una verdadera lucha con uñas y dientes, pero además se está haciendo con un buen espíritu entre pilotos y equipos. Las bromas normales y los debates técnicos forman parte del entorno de la F1“, concluyó.

 

 

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