El mítico circuito estadounidense de Sebring será la próxima cita de la ‘SuperSeason’ del WEC, que arrancó con las 6h de Spa en 2018, y que finalizarán con las 24 h de Le Mans 2019, algo que nos traerá la repetición de varios certámenes, incluidos los dos ya mencionados. Estos días, en el antiguo aeropuerto militar de Sebring, Toyota ha realizado un test semi-privado en el que ha perfeccionado las configuraciones que llevará a la primera cita en año natural de este 2019.

En dichas pruebas Toyota ha querido pegarle una buena ‘paliza’ a sus seis pilotos, probando varios tipos de situaciones de carrera, tales como la simulación nocturna, sumando la friolera de 4.000 km realizados entre los 6 pilotos desplazados al trazado estadounidense. Entre ellos, Fernando Alonso a los mandos del #8, el cual ha compartido sus sensaciones al finalizar los intensos test:

“Ha sido genial descubrir este circuito, ya que es legendario en el mundo de la Resistencia. La superficie del trazado, los baches, son diferentes a lo que hemos estado acostumbrados, así que ha sido un test muy interesante. Hemos aprendido mucho y esto nos ayudará a preparar la carrera del mes de marzo” ha expresado el vigente campeón de las 24 h de Le Mans.

Recordemos que el circuito de Sebring tiene unas particularidades muy definidas, entre ellas una conjugación de rectas y de fases bacheadas que lo convierten en un desafío especialmente para LMP1, debido a la fragilidad de sus fondos. La carrera se disputará el 16 y 17 de marzo coincidiendo con la primera cita del mundial de F1, y será la primera vez que Alonso visite EE. UU a los mandos de un LMP1, ya que en sus anteriores visitas ha rodado a los mandos de un F1, un Indycar, un LMP2 y un DPI (con el cual venció en Daytona).

Imagen: Toyota Gazoo Racing