Antes de comenzar la presente temporada, Zak Brown hacía hincapié en la necesidad de encontrar patrocinadores para 2018. Mclaren ha ido perdiendo fuelle en lo deportivo y por ende en lo comercial. Reducidos los ingresos por parte de aquellos dispuestos a mostrar sus marcas en los MP4, la entrada de la era híbrida junto con la infructuosa alianza con Honda terminaron por hundir el barco que dejó Ron Dennis además de Vodafone. Tras el abandono de la compañía de telecomunicaciones, Mclaren ha estado en búsqueda de una firma que aporte un plus de ganancias:

“Estoy convencido de que Mclaren tiene un enorme potencial sin destapar. Es un nombre fantástico con una gran herencia, y tengo confianza en que, por consiguiente, la marca puede tener más influencia a nivel comercial para generar los ingresos necesarios de los patrocinios que recrearán los éxitos pasados. Y ser parte de un grupo de gente que arrimarían el hombro para que todo ocurra es una de las mayores satisfacciones que pude imaginar”. Declaraba Brown para Forbes.

Ésta es la principal tarea del ex piloto californiano, el mismo que ahora ocupa el despacho principal en Woking, se centra en sumergirse en mercados emergentes. La participación de Alonso en las 500 Millas de Indianapolis es un ápice de la política que va a llevar a cabo en los próximos años Zak Brown. Desmarcarse y diferenciarse del resto de equipos en este aspecto, la F1 sienta sus bases en las Islas Británicas, así como la gran mayoría de sus patrocinadores. Para el caso, el nuevo CEO de Mclaren ha abierto la puerta del mercado estadounidense, aquél que siempre se le ha resistido a la F1.

La llegada de Liberty Media podría ayudar. Chase Carey habló de un cambio de mentalidad, transición hacia hacer la categoría más a la americana. Enaltecimiento del espectáculo puro y duro, algo por lo que destacan los eventos que organizan. Por lo tanto, ir de la mano con los nuevos dirigentes de la categoría podría ayudar a trazar las líneas de un nuevo modelo comercial que se aleja del hermetismo propio de la era Ron Dennis, sobre todo en sus últimas décadas donde la F1 era una máxima inquebrantable y sin distracciones ni esparcimientos.

Planteamientos opuestos para una misma dedicación. Ambos hombres de carreras al frente de un grupo empresarial de gran envergadura, al igual que sus éxitos:

“He sido aficionado de la F1 desde muy joven, y en concreto de Mclaren. Hubo algo en Mclaren que era especial, y aún lo es. Creo que realmente estoy enamorado del equipo en los días de Ayrton Senna / Alain prost, cuando Mclaren ganó un campeonato tras otro a finales de los 80 y principios de los 90, y Ayrton siempre ha sido uno de mis héroes de todos los tiempos. Otro es Mika Hakkinen, quien por supuesto ganó dos campeonatos para Mclaren a finales de los 90”.

“Así que para mí ahora en el nuevo asiento en Mclaren, y cada mañana paseando frente a los coches que Ayrton y Mika condujeron a la gloria en el pasado, es un enorme privilegio. De verdad hace que se me erice los pelillos de la nuca. Quizá sea un hombre de negocios y marketing hoy día pero en el corazón seré siempre un carrerista”. Expresaba Brown para el mismo medio.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Formula 1