A pesar de que Mercedes marcha con paso firme hacia ambos títulos en este 2017, la temporada no ha dejado de ser un reto. De estar dominando casi de forma plácida desde 2014, el avance de Ferrari les ha puesto en dificultades sobre todo al inicio de la presente campaña. La nueva normativa daba sus frutos en Brackley con forma del W08, un monoplaza que nacía con la polémica del tercer elemento de Mercedes en 2016 con lo que el desarrollo inicial de la actual flecha plateada se discutió en los despachos.

La unidad de potencia continuaba como la más poderosa, aunque la de Maranello se encontraba muy cercana en rendimiento. La fiabilidad de la marca alemana ha jugado sus cartas durante todo el año. Las preocupaciones, no obstante, se han centrado en un chasis que resultaba novedoso para todos, a la par que en un unos neumáticos más duros cuya ventana de trabajo es menos amplia y superior a los modelos anteriores.

En Mónaco se magnificaban los apuros para hacer trabajar a los Pirelli. Hamilton no encontraba la manera de optimizar el empuje de los mismos, a ello sumada la sensibilidad que apuntaba James Allison por el mes de junio. Las operaciones en el garaje se han resultado tediosas, la minuciosidad en los ajustes ha sido una máxima para poner en funcionamiento los compuestos más duros.

Lewis Hamilton también apuntaba el pasado fin de semana en Japón la desobediencia del W08. Lo definió como terco, ya que la entrada en curva de estos monoplazas actuales, gracias al mayor apoyo aerodinámico, dista mucho de los anteriores. Ahora el subviraje se aumenta comprometiendo tocar el vértice. Aquí también entra en juego la distancia entre ejes del Mercedes, mayor que la del SF70-H amplía el radio de giro aunque con ganancia en curva rápida. Por otra parte, unos neumáticos más anchos de igual manera ayudan a que estos efectos se hagan más evidentes.

En resumidas cuentas, éste ha sido el producto y los errores de adentrarse en territorio desconocido. Aprender de este año es tarea obligada. James Allison reconoce para ESPN los fallos en la concepción del W08:

 “Es difícil, pero no desobedece a las leyes de la física. Es comprensible, pero eso no quiere decir que siempre resulte fácil sacar lo mejor de él. Ha sido todo un reto conseguir los resultados que hemos conseguido. Aun así, hemos conseguido buenos resultados. No es una mala máquina”

“Sin embargo, nos gustaría que el coche fuera más fácil de lanzar a pista y más fácil de garantizar que siempre que vayamos a competir saquemos hasta la última gota. Con los cambios que hemos sido capaces de realizar este año y el próximo esperamos hacer el comportamiento más amable”, recalca el ingeniero.

Este año servirá de guía para todos, es por ello que cobra más importancia del correcto entendimiento para poder aplicar los cambios de forma acertada y eficiente. En este caso el fin no justifica los medios. Aunque el desenlace de esta temporada parece inclinarse a su favor, no deben descuidarse por todo lo sucedido durante este año:

“El último año fue una hoja en blanco y por consiguiente tuvimos más elecciones en el diseño, eso para todos y vamos al próximo año con mucha más información acerca de como se comportan estos coches con ideas más claras de qué nos gustaría hacer con la temporada que viene”

“Pero eso es para todos y por tanto cada uno estará mejor guiado y la dificultad generalizada de ser el más rápido quedará donde mismo porque el nuevo reto será refinar tu arma actual”, sentencia Allison.

 

 

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Sutton Images