Último tirón antes de la vacaciones. El circuito de Hungaroring dejará las asignaturas pendientes para el verano. En el caso de Renault, comienza el primer día en forma aunque con la sombra de la fiabilidad oscureciendo el buen papel que podrían desempeñar tanto Nico Hulkenberg como Carlos Sainz. En el trazado magyar, el equipo del rombo se vuelve a postular como candidato a ser el mejor del resto. Un rol que debe de batallar a priori contra unos Haas que llegan con novedades bajo la tapa.

El programa llevado a cabo por la dupla de pilotos fue similar en la primera sesión. Los ultra blandos para ir reglando una máquina que aún dispone de más margen de cara a clasificación sobre todo. El aprovechamiento de este tiempo era importante, ya que una vez llegado el mediodía las temperaturas iban a dificultar todas estas labores enfocadas a la puesta a punto del chasis. Como añadido, el blistering también se ha dejado ver en las gomas traseras en el mencionado compuesto. Por lo que será un detalle muy a tener en cuenta para el primer stint de carrera si acceden a una Q3 que a día de hoy parece más que factible por puro rendimiento.

Los problemas de Nico Hulkenberg aparecieron en mitad de los primeros entrenamientos. Todos los sistemas del monoplaza del alemán se apagaban, sin más remedio que echarse a un lado y ayudar a los comisarios a trasladar el coche por la escapatoria. Resto de sesión perdida, puesto que la sustitución de las baterías demoró hasta los libres dos cuando ya sí que pudo retomar la acción:

“Perdimos mucho tiempo en pista hoy. Nunca ayuda. Estábamos un buen rato fuera del box, pero el coche se apagó sin previo aviso. Una vez que cambiamos las baterías, pude reanudar por la tarde,aunque mi programa era, por supuesto, muy diferente de lo planeado originalmente. El lado positivo es que todavía estábamos entre los diez primeros al final de los libres 1. No todo estuvo mal. No parece haber ninguna preocupación importante en el otro lado del garaje, así que espero tener un mejor día mañana”, concluía el piloto.

Al otro lado, Carlos Sainz ha tenido un día más tranquilo. El Gran Premio de Hungría es un fin de semana que siempre gusta al madrileño, y así lo expresaba a los medios. Al acabar el día, el piloto se mostraba optimista tras concluir una segunda sesión en la que se ha perfilado la estrategia con el blando con tandas con alta carga de combustible:

“Fue agradable salir a esta pista de nuevo. El coche ofreció sensaciones bastante buenas. Hemos logrado el programa habitual mientras avanzamos satisfactoriamente. Como de costumbre, hemos identificado lo que tenemos que hacer para mejorar el coche y estoy deseando que llegue mañana”, comenta el español.

“Nico perdió tiempo con el reemplazo de su batería. Aparte de eso, fue un viernes relativamente lineal. Carlos tuvo un buen día. Estuvo al ritmo de ambas sesiones y nos dio buenos comentarios para trabajar en la configuración. A pesar de un gran déficit de carrera, Nico también estaba a la cabeza en los libres 1. Sabemos que podrá reponerse muy fácilmente”, resume Nick Chester.

Imagen: Renault Sport F1