El equipo Alpine se marcha de Barcelona con un sabor agridulce. Tras dos días con una gran fiabilidad y multitud de kilómetros en el saco, hoy un problema mecánico les ha hecho provocar una aparatosa bandera roja. Con Fernando Alonso a los mandos, por la mañana, un fallo en el sellado de uno de los sistemas hidráulicos ha generado un fuego en la parte trasera del coche.

El asturiano se vio obligado a apearse del A522 en plena recta de meta, en medio de un espectacular humo blanco que rodeaba al monoplaza azul y rosa. Ante la imposibilidad de repararlo, no solo Alonso no ha podido volverse a subir al coche sino que Esteban Ocon no ha podido rodar, en un día dedicado a probar en mojado los neumáticos Pirelli.

«El equipo ha completado con éxito 266 vueltas durante los tres días de test en Barcelona. Continuaremos las reparaciones en el coche, resultando en que no volveremos a rodar en lo que queda de día. Estamos deseando volver a la acción en las próximas pruebas en Baréin», ha declarado Alpine en sus redes sociales.

El inicio de la semana fue muy positivo para el equipo, no sufrieron averías que afectasen a los nuevos chasis y unidad de potencia. Tanto Alonso como Ocon estaban satisfechos con el monoplaza, si bien el español ha admitido que «aún no estamos arriba y queda mucho trabajo por hacer». Perder más de medio día de test en una pretemporada que solo cuenta con seis divididos en dos circuitos no es lo más deseable, pero eso da aún más motivos a la escuadra francesa para hacerlo bien en las pruebas que quedan en el circuito de Sakhir.

 

Imagen: F1