Sin duda la carrera del domingo fue muy interesante y nos metió de lleno en varias batallas por posición, desde la pelea por el liderato hasta la de Max- Carlos, una lucha con cuentas pendientes del pasado que tuvo un fatal desenlace para el madrileño.

CARLOS, EL GRAN DAMNIFICADO

Corrían las primeras vueltas del GP de Baréin y vimos a un McLaren, muy anaranjado y brillante por la luz artificial, que con un gran ritmo achuchaba al Red Bull Honda; no era otro que Carlos Sainz, que tras ejecutar una salida impecable, veía como Verstappen era el último obstáculo para el madrileño antes de llegar a los Mercedes y Ferrari.

Tras una intentona en la recta principal, Sainz buscaba rebasar el holandés en la curva cuatro, cuando esté, entrando por la zona del piano, provocaba una colisión a la que no podemos buscar culpable, pero si afectado, y que no fue otro que Carlos Sainz, ya que este choque provocó un pinchazo que alejó a más de minuto y medio al madrileño de cabeza de carrera.

SAINZ NO SE ESCONDE

Tras la conclusión de la carrera, la cual tuvo que abandonar Sainz a escasas vueltas de finalizar, el madrileño compartió sus conclusiones en las redes sociales, dejando claro que “si había coche para intentarlo, su deber era hacerlo”:

“Ha sido un día duro de asimilar, había ritmo para luchar con el Red Bull, algo impensable cinco meses atrás. Como piloto, lo único que quería hacer era adelantar y llevar el coche lo más arriba posible. Por muy buena posición en la que estuviésemos en ese momento, no podíamos ser conformistas: si el coche y yo estábamos para intentar adelantar a Max, pues se intenta” ha comentado Carlos.

Si el adelantamiento sale bien quedas como el héroe del día. Sale un poco mal y te quedas chafados, así es el deporte, así son las carreras así que… ¡seguiré luchando! Gracias por vuestros mensajes de apoyo, ha finalizado Sainz.

Imagen: McLaren F1 Team