El papel de Renault en esta era híbrida permanece prácticamente inmóvil desde el inicio de la misma. En estas tres temporadas ya finalizadas (más la presente, cuyo fin se avecina), la marca francesa ha visto su despliegue inferior a los de Ferrari y sobre todo Mercedes. Con mención aparte para Honda, ya que su caso es diferente y debe ser tratado como tal. El salto más significativo vino en 2016 cuando las relaciones con Red Bull estuvieron en proceso de una erosión que parecía resultar en ruptura.

Este año las preocupaciones de la factoría se han focalizado en la fiabilidad, o falta de ésta por los abandonos de Max Verstappen. Sin embargo, en el equipo oficial creen tener un potencial que pueden destapar. Sobre todo en clasificación. Los sábados Nico Hulkenberg conquista la ronda final con cierta regularidad. No obstante el alcance de posiciones del alemán, conocido además por su habilidad para marcar vueltas rápidas, es limitado.

Cyril Abiteboul para la web Motorsport afirma que parte de la causa es el definido por él mismo, perfil conservador que atesora Renault. Incentivar la fiabilidad a costa del rendimiento:

“En términos de motor, durante toda nuestra historia en la F1, Renault ha mantenido un perfil conservador a la hora de desarrollar el rendimiento del mismo”.

“Creo que eso es todavía un hándicap. Estamos intentando cambiar esa filosofía, pero es un cambio de mentalidad muy grande que tendremos que acometer con los nuevos miembros del organigrama”.

“No es diferente a nuestra situación cuando ganábamos campeonatos en la era V8. Nuestro motor no era el más potente de la parrilla, pero en realidad lográbamos que funcionara”, explica el francés.

Renault cogió el testigo de Lotus para llegar a lo más alto de la categoría. Un regreso que va quemando etapas, y con ello la asunción de riesgos. Para la próxima temporada, la principal premisa es salvar la diferencia actual, una brecha que el dirigente francés cuantifica de medio segundo en clasificación. En este apartado también entra en juego el chasis:

“Creo que es bastante visible que en el formato de carrera hemos dado un paso adelante, hemos reducido el déficit”.

“Todavía hay una pequeña diferencia que, en mi opinión, podemos argumentar si es de dos o cuatro décimas, dependerá de la pista. Pero creo que es más o menos eso, en modo carrera dos o cuatro décimas”.

“Definitivamente es el tipo de diferencia que el mejor chasis es capaz de manejar. Es por eso que tienes un equipo Red Bull que, después de algunas dificultades al comienzo de la temporada, ha logrado mejorar su chasis y ahora está administrando bien esa distancia, y es capaz de ganar”, prosigue el galo.

Aunque el director deportivo no haga recaer toda la responsabilidad en los pistones, sí que hace hincapié en los buenos resultados en el banco. A raíz de ello nace el impulso de querer cambiar planteamiento de cara al próximo año, cuando en la normativa quedará más enmarcado el asunto de la quema de aceite. Ésto precisamente ha sido uno de los posibles factores diferenciales entre las unidades de potencia, Mercedes como máximo exponente:

“Sabemos que las regulaciones van a cambiar y van a ser más severas con el tema de la quema de aceite, que es un campo que no hemos explorado en absoluto, porque no está regulado de ninguna manera. Nuevamente, ese es nuestro estilo, ser extremadamente escrupulosos con la interpretación de las normas. Quizá demasiado”, comenta Abiteboul.

Por tanto desde Renault conocen el margen que poseen, y por las palabras de Cyril Abiteboul parece ciertamente amplio. Renault, entonces, pondrá a su servicio la experiencia que ha ido recaudando, conocimientos adquiridos de primera mano desde su vuelta en 2015.

 

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Renault Sport F1