Daniel Ricciardo cambió en 2019 de colores. Tras una larga época en Red Bull, el australiano puso rumbo a Enstone para enrolarse en las filas de Renault, junto a Nico Hülkenberg con el claro objetivo de liderar la zona media de la tabla, algo que no han conseguido por dos principales razones: el gran desempeño de McLaren y la pobre actuación de Renault durante todo el año, finalizando en 5º lugar.

“Esperaba puntos bajos, y creo que en cualquier equipo esperas algunos puntos bajos porque incluso para Mercedes, que está acostumbrado a ganar, un cuarto puesto es un mínimo”, ha comentado sobre su mejor posición en carrera este año, un 4º puesto en Monza.

“Lo máximo estuvo en lo que esperaba, un top 5, sabía que era posible. Pero los mínimos a veces nos dejaron como rascándonos la cabeza, perplejos. En plan, ‘no deberíamos estar tan abajo. Quizás no vamos a ser uno de los cinco mejores coches en cada carrera, pero no esperábamos ser 14º o así, y la realidad es que todavía tenemos mucho trabajo por hacer”, ha reconocido el de Perth.

Sobre el poco rendimiento del coche en una tabla media tan apretada, ha señalado que no es bueno sobreconducir por encima de las posibilidades del monoplaza. Siempre se intenta hacer lo mejor posible, pero hay que tener en cuenta también el rendimiento del coche.

“Especialmente en la zona media de la parrilla, el coche obviamente no es tan bueno como los de delante. Así que si patinas, pierdes más tiempo y sobrecalientas las gomas y pareces pagar un precio mayor. Aprendí cuándo ser sensato e intenté sacarle un mayor provecho, probablemente me enseñaron un poco de disciplina”.

 

Imagen: Renault F1 Team