Si hubiera que destacar un problema que Renault quisiera a toda costa solucionar, sería el de la fiabilidad sin ningún ápice de duda. Los franceses no acaban de dar con la tecla para llegar al nivel de Ferrari y Mercedes en términos de resistencia de su unidad de potencia.

Pero este problema se agrava aún más cuando, por culpa de esa fiabilidad, las mejoras en pista se retrasan, aunque hayan comprobado que sí que son un paso adelante para sus propulsores. Es exactamente esto lo que les está sucediendo con el nuevo MGU-K.

El director técnico de la parte de motores de Renault, Rémi Taffin, ha asegurado que es por esta circunstancia por la que no han introducido aún la mejora en esta parte encargada de la recuperación de energía.

“Es cuestión de fiabilidad, es hacer que el MGU-K funcione para lo que necesitamos. Si lo introducimos en la séptima carrera, no va a durar 13 Grandes Premios, así que tendríamos que usar más de tres y recibiríamos una sanción”, asegura el francés. “Está claro que tenemos que trabajar en el peso y ésta es una solución. No tenemos que apresurarnos, no hay un objetivo claro fecha para introducirlo“.

Durante los últimos test celebrados en el Circuit de Barcelona-Catalunya, el equipo del rombo ha probado esta nueva pieza, pero todavía exige un kilometraje mayor para garantizar su fiabilidad y poder introducirlo en sus equipos clientes.

Siempre es un problema retrasarlo cuando tienes ritmo en pista, pero lo que deseamos es tener fiabilidad. El objetivo es estar, como mínimo, al nivel de los mejores el año que viene”, aclara Rémi, que no descarta comenzar con el desarrollo del coche de 2019 durante este año. “Es una cuestión de intentar introducir rendimiento durante todo el año e intentar también, si es posible, traer algunas cosas de 2019 en esta campaña”, concluye.

 

Imagen: autosport