Max Verstappen lo ve claro. Red Bull regresará al sitio que dejó en 2016, junto a Mercedes y Ferrari quienes comparten el pastel en este inicio de temporada tal y como se pudo comprobar en Melbourne. El equipo de Milton Keynes ocupa la tercera plaza tras los dos gigantes. El tiempo requerido es desconocido por el holandés, al ser preguntado hoy mismo en la rueda de prensa oficial explica:

“Realmente es difícil de decir. Es una diferencia cuantiosa, pero estoy seguro de que podremos mejorar en torno a un segundo en las próximas carreras y luego veremos cuando tengamos las mayores actualizaciones de motor”

Retroceso claro procedente de varios puntos. Partiendo de la coercitividad impuesta por la FIA en el sistema de suspensión descartado, que aunque distintas personalidades del equipo niegan este hándicap significó un replanteamiento sobre el RB13. Renault es otra horma en el zapato. La entrega de la unidad suministrada no es equiparable a la de los rivales mencionados. La obligada espera hasta la próxima actualización, se estima su llegada en junio para Canadá, provoca que en Red Bull deban de afinar un chasis sensible al mínimo cambio tal y como describía Marko al finalizar la primera carrera en Australia.

Precisión exigida en los reglajes por tanto. Muy importante durante la sesión clasificatoria, entre otros factores. En el sábado es cuando la marca del toro se mostraba más deficiente ampliándose la diferencia hasta más de un segundo respecto al poleman. Por lo general en la pretemporada, Red Bull trabajó concienzudamente el ritmo de carrera dejando a un lado la vuelta rápida, siendo los neumáticos blandos los preferidos para esta clase de tandas.

Ritmo de carrera muy apropiado. Verstappen sentenció parte de las opciones de Lewis Hamilton en Albert Park, por lo que a juicio temprano se puede concluir que el domingo juega a su favor. El podio, objetivo principal al ser la victoria difícilmente alcanzable a priori, es un reservado a 4 pilotos de las principales escuderías del momento, esas a las que Verstappen y Ricciardo deben dar caza.

“[…] Sin dudas estamos trabajando duro para tener nuevas piezas en el coche cuanto antes e intentar simplemente mejorar el ritmo un poco con los dos equipos de arriba, porque por detrás en este momento la brecha es grande, como pudisteis ver. Creo que podría haber hecho dos paradas en Melbourne y seguir en la misma posición. Veremos en un circuito normal como Shanghai” 

Con este bagaje llegan al Gran Premio de China, albergado en un trazado en el que se demanda caballaje por excelencia. La variedad de virajes lo hacen necesario para tener amplitud de posibilidades en la aerodinámica sin sacrificar la kilométrica recta, punto de adelantamiento por excelencia. Con este aspecto el joven piloto finalizaba:

” […] Podemos mejorar un poco el balance en general. O sea, creo que en clasificación todo da buenas sensaciones pero solo necesitamos más carga. Un poco más de agarre, más potencia. Un poco de cada, tratas de hacer un coche eficiente en las rectas por el déficit de potencia. Ahora es en lo que nos tenemos que centrar, primero, poner el coche en el rango correcto, y después con suerte obtener las actualizaciones correctas del motor igualmente.”

Parece evidente que una temporada más señalan al motorista como principal causante de los males. Como si de tradición se tratase, salvo en la pasada campaña, apuntar a Renault por no hacer sus deberes con nota. Donde hubo fuego cenizas quedan, las llamas fueron apagadas en 2016 donde los de Enstone sí que contentaron a su cliente. Está por ver si el viento se llevó los restos de aquellos incendios.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Sutton Images