La carrera celebrada en Mugello no fue la más agradable para Max Verstappen. El piloto holandés tenía una buena oportunidad para plantar cara a los Mercedes, pero finalmente una avería en el motor de su Red Bull le provocó verse engullido por el pelotón y, finalmente, ser embestido por Pierre Gasly y Kimi Raikkonen, lo que acabó con su carrera.

Una vez en la grava, se pudo oír a Verstappen cargar contra lo que le había sucedido y, especialmente, contra los responsables de Honda, harto de haber tenido ya varias averías en lo que llevamos de temporada. Además, la de Mugello era una carrera en la que los responsables de Red Bull pensaban que podrían llegar a crearles problemas a los Mercedes.

Christian Horner, jefe de Aston Martin Red Bull Racing:

“La frustración de Max por lo que sucedió en Mugello es totalmente comprensible. Teníamos un coche para estar delante e incluso para competir contra los Mercedes, ya que en estas últimas carreras hemos trabajado y mejorado bastante en lo referente al manejo del coche. Es por eso que fue tan frustrante”, asegura Horner al respecto.

De todas formas, Horner halaga el hambre de victoria de su piloto y asegura que tratarán el tema antes de que empiece el fin de semana en Sochi, especialmente entre Honda y equipo, para evitar volver a tener problemas de este tipo:

“Max es un piloto que tiene hambre de victoria y es bueno tener a un piloto que luche por las victorias de esa manera carrera tras carrera. Es por eso que en Mugello le vimos tanta frustración. De todos modos, analizaremos la situación entre Honda y el equipo con la intención de que no se repita en el futuro una situación así en la que su prestación se vea afectada por una avería”, concluye Christian Horner.

 

Autor del artículo: Daniel Ballarín

Imagen: Red Bull Racing