Los aficionados a la Fórmula 1 están de enhorabuena, en 2020 la categoría reina del automovilismo estrenará su calendario más largo. Tras el GP de Hungría se reunieron los máximos responsables de las escuderías con Liberty y aceptaron la propuesta de 22 GP´s. Nuevos escenarios como Vietnam y Holanda se incorporan y la ronda alemana desaparece para el año que viene. El tiempo de competición no se puede dilatar más y, respetando el parón veraniego, en cinco ocasiones las carreras se disputarán en fines de semana consecutivos, según el calendario provisional publicado por la FIA.

Representa una buena o mala noticia. Es inevitable que un mayor número de eventos genere más ingresos a los propietarios de la F1. Su objetivo es cuantos más Grandes Premios se disputen mejor para ellos, pero ¿para el resto de los integrantes del Paddock que representa?

Para el espectador un Gran Premio empieza el jueves con la visita al pit-lane y la firma de autógrafos por parte de los pilotos, pero si nos asomamos por el arco de entrada del Paddock vemos unos motorhomes de ensueño perfectamente acabados y en boxes los coches prácticamente montados. Eso no se hace en una jornada, ya que los operarios y mecánicos ya llevan días trabajando para que todo esté a punto el jueves. Y su tarea no acaba cuando finaliza la carrera, puesto que la noche del domingo es un frenético ir y venir de camiones y elevadores recogiendo el Gran Circo para la próxima parada. No quiero ni pensar que representa para todos ellos, cuando hay carreras en fines de semana consecutivos, enlazar el desmontaje y montaje de toda la parafernalia que la Fórmula 1 organiza para una ronda.

Los pilotos y sus acompañantes suelen viajar en aviones privados y muchos de ellos con parte de su familia. No era extraño ver al hijo de Felipe Massa corriendo con su patinete por el Paddock o ahora al de Kimi Raikkonen aburrido en el motorhome de Alfa Romeo. Y en circuitos como Paul Ricard, que posee aeropuerto, en pocas horas despegan hacia sus domicilios. Pero los operarios, mecánicos, encargados de la restauración de los equipos, prensa, etc, enlazan semanas casi sin poder ver a los suyos, de país en país recorriendo largas distancias, durmiendo en hoteles, lejos de la imagen de glamour que ofrece este deporte.

Por ello, aunque han dado el consentimiento al calendario, han surgido voces críticas al apretado calendario para el año que viene, tanto de pilotos como de algunos jefes de equipo.

Toto Wolff:

“Estamos listos para el nuevo calendario pero tenemos que proteger a nuestra gente y protegernos entre nosotros. Podríamos llegar a un punto en el que no sería posible para alguna escudería acudir a todos los GP´s”.

Omar Szfnauer:

“Hay una cosa más importante que el dinero, el factor humano. Los empleados de los equipos estarían más tiempo viajando, a final de temporada se nota. Estamos llegando al límite de lo tolerable y cada vez más cerca del punto de inflexión”.

Claire Williams:

“Si aumentas el número de carreras, también lo hace la presión que pones sobre el equipo en términos de rendimiento. Cuando más tiempo pasas fuera de casa el balance entre trabajo y vida personal sería muy complicado. Con equipos como nosotros con presupuesto ajustado es difícil manejar un calendario con más de 22 carreras”.

Max Verstappen:

“Por supuesto que existe un límite. Cuando acabamos las carreras tenemos obligaciones, en un momento creo que será demasiado. Creo que para los técnicos y mecánicos aún sería peor. Sería mejor solicitar un divorcio porque nunca estarían en casa, llegan antes que nosotros y se van después, no creo que sea positivo. Liberty Media hará más dinero pero hay un límite”.

Checo Pérez:

“Estoy preocupado por los mecánicos e ingenieros. A veces llegan el lunes y se van en martes de la semana siguiente. Dudo que puedan tener vida social y llegará a un punto en que habrá que disponer de dos equipos o bien dividirlos”.

Para acabar un toque de humor en Twitter por parte de un técnico de garaje de McLaren, que refleja el frenético año que les espera.

 

Imágenes: @evitagp / @LeeMathurin