Mientras se negocian las especificaciones de los motores para 2020 (siendo de atracción para nuevos proveedores, los cuales ya han acudido a las primeras reuniones), se plantea al Grupo de Estrategia en la reunión de hoy lunes reducir los costes limitando el número de unidades por temporada. En la actualidad son 4 para cubrir los 20 eventos del campeonato, por lo que el ratio de motores resultan en uno cada cinco grandes premios para escapar de una sanción. La disminución paulatina de motores disponibles exentos de penalización es una vía para sanear las cuentas de los equipos clientes, solo cuatro de diez equipos en parrilla son constructores: Mercedes, Ferrari, Renault y Honda, ofreciendo exclusividad de momento a Mclaren.

Las cifras tributarias de los clientes ascienden a algo más de 10 millones de euros anuales, la idea es poner tijera de por medio en beneficio de estos equipos que pagan a sus respectivos suministradores. En contrapartida, la fiabilidad deberá ser incrementada. Disponer de motores con vida útil más prolongada redunda en un desarrollo y fabricación más costosos, tal y como manifiestan representantes de Mercedes y Ferrari para Auto Motor und Sport. Con lo que el Grupo de Estrategia se posicionaría en contra de esta medida.

El transcurso de tres temporadas ha permitido avanzar mucho en este campo, desde 2014 ha habido margen para dotar a los propulsores de más durabilidad, igualmente impuesta por el reglamento. Con especial consideración a Honda, quienes se encuentran en una espiral de la que difícilmente puedan evadir de momento. Sin ni siquiera ser capaces de finalizar las carreras habitualmente además de una falta más que evidente de rendimiento.

Aquí, el Grupo de Estrategia puede tender su mano. Para esta temporada aparecía el concepto de convergencia, es decir, igualar el desempeño de las unidades de potencia en aras de una competición más reñida que deleitara el ojo del espectador. Las primeras carreras de este año han sido objeto de estudio por parte de la FIA, cálculos y evaluaciones que finalizarán en el Gran Premio de España, tal y como detalla Fabrice Lom para la web Motorsport:

“Revisamos cada coche en cada vuelta de las tres primeras carreras, sacamos lo mejor de cada motor para cada carrera y luego hacemos la media. Eso deberían darnos un índice del rendimiento de la unidad motora para cada fabricante”. 

“Luego hacemos una equivalencia de ese índice para el circuito de Barcelona y eso es lo que haremos. Transformamos ese índice en un tiempo por vuelta y revisamos la diferencia entre tiempos por vuelta en Barcelona”. 

En base al producto de este estudio se decidirá la intervención o no sobre Honda aprobando un plan de acción en auxilio de los japoneses. Desde el Reino Unido se afirma que Mercedes podría estar dispuesto a compartir información para agilizar el ascenso de Honda, muy parecido a lo que ya hicieran con Ferrari en 2015 según palabras de Bernie Ecclestone posteriormente desmentidas por Toto Wolff a pesar de la insistencia del primero.

Así pues la idea puesta sobre la mesa es la descrita, acercar en rendimiento los motores y reducir los costes de los mismos bajo las premisas mencionadas. Si algo se ha achacado a esta tecnología híbrida es la inversión casi obligada en las fases de construcción y desarrollo. Con la más que posible continuidad de esta mezcla entre energía térmica y eléctrica para el futuro, hay que seguir buscando maneras de contener los gastos en virtud de la sostenibilidad de la competición como también dar la bienvenida a nuevos constructores que gusten de entrar en la máxima categoría.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Auto Motor und Sport