Stoffel Vandoorne da la bienvenida a la inédita asociación Mclaren Renault, fruto del acuerdo entre ambas firmas anunciado en el GP de Singapur. Cita en la que además el belga consiguió su mejor resultado hasta la fecha en la máxima categoría, un séptimo puesto que pudo mejorarse de no ser por un fallo del gato durante su último pit stop. Fin de semana muy significativo para el debutante por las dos razones descritas, en su columna para la web americana Motorsport el piloto expresa el beneficio que puede aportar para todas las partes la asociación con la marca del rombo y cita así: “Es bueno para McLaren, bueno para Renault y bueno para la F1”.

 

. ¿Por qué es bueno para Mclaren?

 

Ante todo, Stoffel expresa su lamento por el negocio fallido con Honda. Un gran fabricante a nivel global que ha naufragado en su intento teniendo a su lado al segundo equipo más laureado de la parrilla, que aunque en horas bajas sigue teniendo una ingente cantidad de recursos.

Problemas de fiabilidad y de rendimiento desde el minuto uno. Recordamos los test en Abu Dhabi al concluir la temporada 2014, cuando el MP4 29 se convertía en el MP4 29H con el propulsor nipón en la parte trasera. Fue un anticipo del futuro, ya que la unidad se paraba tras dos vueltas al trazado arábigo. Todo ello tras haber mostrado satisfacción en el filming day en Silverstone previamente.

Como ya contó Eric Boullier (ver noticia aquí), los test de esta misma pretemporada fueron claves para decidir el devenir de Woking, ya que Honda seguía presentando los mismos rasgos que le caracterizaban desde el inicio. Sin fiabilidad alguna, con rodaje escaso por la misma causa todo se materializaba en un bucle del que parecía imposible salir.

¿Y ahora? ¿Muerto el perro se acabó la rabia? La unidad de potencia Renault tampoco es la joya de la corona, desde luego. A pesar de haber iniciado en 2014 el impulso híbrido, los de Enstone no han logrado aún equipararse con los capos: Mercedes y Ferrari. Pero, lo visto hasta ahora muestra que se encuentran con mucho más recorrido y puede que proyección respecto a Honda. Un paso por delante que sobre el papel debería de ayudar a Mclaren a auparse sobre la zona media al menos.

 

. ¿Por qué es bueno para Renault?

 

Quizá, a corto plazo, Renault sea el máximo beneficiario de todo esto. Principalmente porque ahora tienen en su poder la colaboración de esos recursos mencionados en el apartado anterior. Cyril Abiteboul ya aclaró en el mismo anuncio que Mclaren será una referencia para ellos tal y como lo es ahora Red Bull. Ahora, con su filial apostando por Honda (casi sin más remedio), puede que estén interesados en ver más de cerca la progresión de las unidades de Sakura.

Aunque la dilatación en las negociaciones haya provocado cierta demora, Mclaren se posiciona como cliente por excelencia para la marca del rombo. Las relaciones con Red Bull se han tambaleado en el pasado, situación ciertamente pareja con la de Mclaren y Honda. Un deterioro que vino seguido de un periodo pacífico forzado al no haber más fabricantes disponibles, aunque a Honda le agradaba suministrarles ni podían por contrato ni Red Bull lo veía con buenos ojos como es lógico.

Por tanto, las bases que poseerá Renault serán formidables. Dos equipos que conocen la victoria y uno oficial en claro ascenso. Siguen por buen camino tras haber regresado recogiendo los restos de la malograda Lotus, las deudas que acumuló el sello de Norfolk ha sido prácticamente la única piedra en el camino. Con la solvencia de las mismas, Renault podrá verse liberada con más albedrío a la hora de invertir.

 

. ¿Por qué es bueno para la F1?

 

La F1 no vive sus mejores tiempos. Con audiencias en descenso y grandes marcas como Toyota, o BMW unidos a la exclusión de grandes premios como Alemania, la salvación por los pelos de Silverstone y Monza (clásicos donde los haya), y Malasia celebrando su última carrera este año, la crisis es más que evidente. La sobredimensión adquirida por esta competición ha sido un arma de doble filo.

Con la llegada de la tecnología híbrida, la F1 se encuentra en 2014 con tan solo 3 fabricantes apostando por un modelo que a corto o medio plazo palia la transición hacia la movilidad eléctrica. Unos propulsores caros y complejos con un desarrollo limitado por el sistema de tokens. En la pista, ahorro de combustible y energía que se reflejaba en procesiones a pesar de las bondades que otorga sistemas como el DRS.

Con la entrada de Honda un año más tarde, su ejemplo fue el detonante para que otros grandes fabricantes no quisieran seguir sus pasos y prefirieran la Formula E por ejemplo. Audi cambió el WEC (también abandera la tecnología híbrida) por los monoplazas eléctricos sin ir más lejos, muchas informaciones apuntaban a que la marca de Ingolstadt se incluyera en el abanico. Para la próxima normativa de motores se pretende revertir la situación.

Por ello, carentes de grandes nombres y con citas clásicas en la cuerda floja. Un círculo vicioso que hace necesario mejorar lo que ya hay. Liberty Media desembarca con el objetivo primordial de enaltecer el espectáculo. El regreso, atracción y captación de aficionados a la par que explorar y explotar nuevos mercados. A los estadounidenses se les suele dar muy bien lo primero, en conformar un producto atractivo mediante diferentes estrategias de marketing que redundan en una mejora de la experiencia audiovisual en cuestión.

Es por ello por lo que han intervenido en la operación que ha desembocado en este cambio de suministrador para Mclaren y Toro Rosso (cuyos beneficios intentamos explicarlos aquí). Que Mclaren siga adelante y pueda acceder con solvencia a batallas por mejores posiciones, ayudaría a los fines que se propone Liberty. Los ingleses por otra parte son una marca de gran influencia en el Golfo Pérsico, principales clientes y accionistas que además son anfitriones de grandes premios como Abu Dhabi o Bahrein. Clientes que en definitiva aportan buenas sumas en sus pagos.

En conclusión, la opinión de Stoffel Vandoorne está bien fundamentada y se sustenta en cierta medida por lo descrito. El futuro nos dará la clave sobre si este optimismo inicial se materializa o bien estanca los estatus. Restan todavía seis carreras en esta temporada y todo un invierno para dar vida al fruto de esta unión, realmente todo muy incierto y tremendamente atrevido intentar vaticinar algo a estas alturas.

 

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: Mclaren F1