Que Mclaren esté en la senda correcta para recuperar las victorias y el prestigio de antaño es algo de mucho calibre y que no nos atrevemos a afirmar, pero que esta poniendo medios para remediar el caos actual es una realidad. Y es que, tras la dimisión de Boullier, la aparición de Gil de Ferran, y el fichaje actual de James Key, los de Woking parecen encaminar una nueva senda que se presume longeva, pero que busca recuperar las posiciones de privilegio.

JAMES KEY: EL LLAMADO A SUCESOR DE NEWEY

Sin duda, una de las cosas que más sorprenden del fichaje es que, tras el progresivo “paso atrás” de Newey, el que se presumía relevo natural del británico en Red Bull era James Key, hombre que ha estado diseñando el chasis del Toro Rosso en las últimas etapas, y que ha conseguido mantener un coche estable en la filial de la escudería energética.

El “GARDENING LEAVE”, NEGOCIABLE SI HAY CAMBIO DE CROMOS

Como sabemos, hay una norma en F1 que establece un periodo de incorporación cuando algún empleado de algún equipo ficha por otro de la parrilla. Lo que busca este tiempo es la no introducción de secretos de una escudería a otra. Si bien es cierto, este periodo es de máximo de un año y puede ser perfectamente negociable entre las partes implicadas, algo que Mclaren podría buscar solución mediante algún cambio de cromos, es decir, ceder a Norris (le cerraron la puerta hace 2 meses), o incluso a Vandoorne, para que desde Faenza, puedan ver con buenos ojos la incorporación inmediata de Key a la disciplina de Mclaren.

KEY IN, MORRIS OUT

Con la llegada de Key, se ha registrado en Woking la dimisión oficial de Matt Morris, el que fuera hasta esta misma mañana jefe de ingeniería, algo que nos indica que probablemente Key llegará con algún equipo propio para intentar devolver a Mclaren la brillantez en el diseño con la que se caracterizó hace diez años.

Veremos si esta senda de cambios en Mclaren es acertada, aunque es una realidad total que los británicos están revolucionando totalmente su estructura para cambiar de rumbo. El siguiente paso: confirmar sus pilotos para 2019, algo que se presume harto complicado.

Imagen: Scuderia Toro Rosso