Es reconocido por todos el talento que tiene Max Verstappen y cómo lo ha demostrado desde su llegada a la Fórmula 1 en 2015, pero ser Campeón del Mundo le da un estatus que, hasta antes de serlo, no tenía, por muy rápido que fuera. Aún no ha vuelto a competir desde que ganara el Mundial in extremis en el GP de Abu Dhabi, pero al holandés ya se le tiene considerado como uno de los grandes de la historia del Gran Circo.

Helmut Marko, una de las personas más cercanas que ha tenido Max en la F1, ha explicado cómo ve él al activo más valioso que tiene Red Bull hoy en día: “Max claramente ha madurado. Hay que recordar que todavía tiene 24 años”.

Estaba muy entrenado y moldeado por su padre. La relación sigue siendo muy estrecha, pero Max tiene su propia opinión hoy”, ha añadido.

 

Un talento (in)domable

En el pasado -y en ciertas ocasiones en el presente- se ha acusado a Verstappen por su actitud en pista. El holandés no se arruga nunca ante otro piloto y deja todo lo que tiene en el asfalto, una filosofía que ha ido mejorando y afinando con el paso de los años.

Verstappen ha conducido casi sin problemas, ha mejorado en todas las áreas y ya no es impetuoso. En el pasado, le hubiera gustado hacer todo en la primera vuelta. Si algo no salía bien en la preparación, siempre explotaba. Hoy se mantiene tranquilo. Tuvimos algunos problemas técnicos, pero ahora él ve el panorama completo”, ha agregado Marko.

Además, el asesor de Red Bull ha hecho una comparación con el talento de Verstappen y el de otras figuras del deporte, como Ayrton Senna o Michael Schumacher. “Detrás de ellos no hay nada más que un “quiero ganar y haré todo lo posible por ello”. Crecen más allá de las posibilidades normalmente existentes”, ha expresado para finalizar.

 

Imagen: marca