Las dudas sumergieron a Williams en Bahrein. Un Gran Premio que confirma el mal estado más puramente resultadista del equipo de Grove, ya que las últimas plazas fueron ocupadas por Stroll y Sirotkin (exceptuando a los dos Red Bull y a Kimi Raikkonen, quien debieron abandonar antes de tiempo). Superados por Sauber y por Force India con claridad, sin posibilidades de ascender posiciones tanto por ritmo como por estrategia. Iguales lecturas se pueden extraer de la clasificación.

A pesar de estar propulsados por Mercedes, el Fw41 se reconoce ya como un paso atrás en comparación con el Fw40 de 2017. En conjunción, una pareja de pilotos con escaso recorrido en F1 con un piloto reserva que atesora talento aunque físicamente mermado. En términos de desarrollo y construcción del monoplaza Sirotkin expresa:

“Si simplemente miras el coche, estamos todos de acuerdo que se ve bien detallado, y bien diseñado: Nosotros por supuesto lo sabemos, porque construimos el coche desde dentro, por lo que para nosotros es una gran sorpresa. ¿Por qué no obtenemos los números que queremos, por qué no llegan?”, cita el ruso.

Sorpresa desagradable para el piloto rookie. Examina un Gran Premio en el que no se podría sacar nada positivo para sus intereses. Williams naufragó en un desierto sumergido en un mar de dudas. Aunque, para el joven piloto, existen aspectos positivos:

“Un fin de semana difícil. Sé que parecimos idiotas desde fuera, ésto es bastante obvio para mí. Y probablemente, el hecho de intentar encontrar algo positivo sonará un poco raro, pero sí que veo algo positivo. En parte por mí, por el trabajo que hice como piloto. En parte por el aprendizaje que realicé como corredor, y como componente del equipo. Veo aspectos positivos”.

“Sí, sin duda lo vemos como malos los malos resultados en carrera, probablemente peor que en clasificación. Es mejor ni siquiera pensar en ello. Pero lo bueno es que incluso si hubiera ido peor de lo que fue, al menos veríamos más, empezaríamos a entender las cosas mejor. Incluso si va a peor, empezaríamos a entender por qué es así”, incide el piloto.

Paddy Lowe es quien revela estas dudas que asaltan al equipo. Cuando las mejoras son generales, Williams parece ser el único que retrocede. Una alarma roja que se enciende cuando el margen de maniobra es bastante reducido, ya que el Gran Premio de China está a la vuelta de la esquina:

“Hay muchas cosas por entender. Tenemos que salir y trabajar duro en ello. Al menos tenemos más datos ahora. Algo ha ido mal desde Melbourne. Aun así no estamos en buena forma, pero nada como lo de hoy. Veremos qué podemos aprender en los próximos días antes de que aterricemos en China”.

“No hay nada claro, hemos hecho todas las cosas obvias. Si supiera la respuesta, no estaría en esta situación ahora mismo. Examinaremos rápido. Es hora de que el equipo empuje a una, mantenga la calma y haga la cantidad de trabajo justa en áreas concretas y ver qué podemos hacer para China”, confiesa Lowe a Motorsport.com.

 

Imagen: Williams Racing