Lluvia, pluja, rain,regen…Una palabra para definir una condición climatológica, o, si nos ponemos técnicos, una precipitación acuosa en forma de gotas. Eso es lo que significa lluvia para cualquier persona ajena al motor, en especial, alejada a la F1. Todo aquel que hoy me lea, estoy seguro que en él se despertarán ciertas mariposas, cual enamorado en primavera, cuando escucha…La carrera se decretará en mojado. Una sensación que eriza la piel y eleva los niveles de emoción hasta el extremo. Aquí empieza mi opinión, y si se me permite, empezaré preguntando: Contando que la seguridad es la principal máxima de este deporte, ¿por qué en vez de lastrar, e incluso detener las carreras en mojado, no mejoramos los compuestos de lluvia?

Es una pregunta que incluso, me corroe. Echando una breve mirada atrás, bien es cierto que la lluvia y las calamidades climatológicas han podido ser desastrosas para el deporte y sus integrantes, pero también es cierto que el agua nos ha regalado verdaderas joyas, y carreras transformadas en recuerdos imborrables que nos acompañarán siempre. ¿Quién no recuerda a James Hunt en Japón 1976, o la locura de Gilles Villeneuve en Canadá 1981. Mónaco 1984 dónde conocimos y a partir de ahí, amamos las habilidades de Ayrton Senna en mojado. Y como no, el mágico espectáculo que nos regaló Fernando Alonso en Hungría 2006, aunque sí, es cierto que el desenlace no fue el mejor, vimos una actuación memorable, de esas que en seco se ven, pero que en lluvia nunca se olvidan.

Dicen que la lluvia iguala los monoplazas, y yo no lo veo así, si no veo que la liza se abre para el mejor postor. Quién se atreve a frenar a 75 metros y no a 100 de la curva adelanta, quien arriesga puede perder sí, pero el conservador en lluvia solo ganará si los valientes decaen en su intento de ganar. Por eso pido desde esta humilde voz, que no se capen los espectáculos en lluvia, ni que nos tengan 3h esperando un sábado a que una pista se seque. ¿Ese es el ejemplo que debe dar la categoría reina al automovilismo?

Yo creo y espero que quien llega a la F1 está plenamente capacitado para controlar el coche en lluvia, y si a eso le añadimos la valentía y bravura de más de uno, el cóctel convierte una carrera en mojado en un espectáculo impredecible y sobre todo, apetecible. Así que sigo y seguiré creyendo, que lo que debe mejorar no es las condiciones hábiles para la seguridad, si no la disposición que los organismos que regulan la F1 puedan tener para ella. Mejores neumáticos de lluvia, y sobre todo, más espectáculo, por favor.

 

Autor del artículo: Sergio Rodríguez/@sergiorf97

Foto: F1GreatRaces