Sin duda, una de las imágenes más populares de esta temporada está siendo el humo que dejan los Ferrari en los boxes cada vez que estos arrancan su motor, excediendo un límite que, según el resto de los equipos, debería ser investigado por si los de Maranello infringen la normativa sobre la quema de aceite.

Es un tema que ha dado mucho que hablar por el paddock en estos tres Grandes Premios que llevamos, y que seguirá siendo tema de conversación si la FIA no revisa los niveles máximos de quema de este fluido, tal y como apunta Niki Lauda: “Nosotros nos ocupamos de acabar con el humo de nuestro garaje cada vez que arrancamos el motor. La FIA debería investigarlo”.

El director no ejecutivo de la firma alemana sabe que Ferrari está ya a la altura del motor Mercedes, algo que no hace mucha gracia en Brackley, por lo que las sospechas se agudizan cuando dos de las tres victorias de esta temporada se han vestido de rojo.

A su paso ha salido a defenderse el director de carrera de la Fórmula 1, Charlie Whiting. El británico afirma rotundamente que la quema de aceite en el propulsor italiano cumple totalmente con la normativa, a la vez que cree que el humo que proviene de sus garajes durante los Grandes Premios será algo que solucionarán pronto.

Rumores apuntan que Ferrari sí se está viendo beneficiada por todo el tema del aceite y su restricción a la hora de utilizarlo como combustible, pero todo desde una forma legal, ya que los italianos dispondrían de una estrategia agresiva que les permitiría exprimir más su motor y sacarle más caballos, sin excederse del límite impuesto por la FIA para la temporada 2018, un aspecto en el que estarían por delante de los de la estrella.

 

Imagen: autobahn.eu