El 17 de julio de 1995, después de una larga enfermedad, Juan Manuel Fangio partía hacia las pistas de los inmortales. La triste noticia recorrió el mundo, y los mas grandes pilotos y personalidades del mundo se dieron cita en la Ciudad de Balcarce para rendir ese ultimo homenaje a quien había sido uno de los mas grandes pilotos de la historia. Su récord de victorias (24) fue superada 11 años después por Jim Clark en Sudáfrica 1968, y sus cinco campeonatos solo serían batidos por  Michael Schumacher en el 2003, 46 años más tarde. A 25 años de ese 17 de julio, lo homenajeamos a través de la palabra de su hijo Oscar “Cacho” Fangio, con motivo de su visita a CARS a la Carta el sábado 13 de junio del corriente año.

Las rivalidades

Edgardo: “¿De quién hablaba Juan Fangio cómo el mayor rival en pista?”.

Oscar Cacho Fangio: “Al comienzo era Farina y Ascari. Ascari era un piloto muy aguerrido. Después apareció Stirling Moss, pilotazo también que tuvimos la desgracia de perderlo este año, tenia 90 años. Era muy buen piloto. Y tuvo la desgracia de estar, digo la desgracia de tener a mi viejo adelante, ya que sino hubiera sido campeón del mundo, Stirling Moss, tranquilamente. Pero estaba también Froilán González, piloto recontra aguerrido que ganó en varias oportunidades, y bueno todos los demás pilotos eran muy rápidos también. Pero desgraciadamente era tan inseguro correr en esa época que todos los años siempre desaparecían dos o tres pilotos”.

Juan Manuel Fangio, a 25 años de su partida

La seguridad

Estefanía: “Sí sí, para los oyentes, las medidas de seguridad de la época que estamos hablando 1950-1951 no eran las mejores. Lejos astronómicamente de los que es hoy en día la F1. Muchos todavía corrían con los casquitos de cuero hasta que se homologaron los primeros cascos. Es una idea como para que entiendan a que se refiere Cacho cuando dice que se tenia que lamentar la perdida de dos o tres pilotos por cada temporada”.

Fangio: “Sí, el tema también pasaba por los monoplazas. Los coches eran muy rápidos con unas ruedas, unas cubiertas muy finitas. Andaban a más de trescientos kilómetros en las rectas. Había muy poquitos autódromos, las demás carreras eran callejeras. Las curvas las separaban con fardos de pasto o tambores, y así todo se hacia muy inseguro. Calculen que con un motor de 1,5 L con compresor andaban en las rectas a 320 kilómetros. Era una locura y manejar esos autos, la caja de cambio, los frenos, que no eran los frenos a disco. Los frenos de adelante se usaban lo menos posible porque después de 5 o 6 vueltas empezaban a quedarse sin frenos. Así que era todo muy difícil”.

Juan Manuel Fangio, a 25 años de su partida

Los mitos

Edgardo: “Bueno, pero es eso lo que creo justamente la epopeya de los grandes pilotos de la posguerra que hicieron nacer a la Fórmula 1″.

Estefania: “Los mitos vivientes”.

Fangio: “Si, sí. Nuvolari, Varzi, que sé yo. Había cualquier cantidad de pilotos que eran señores pilotos. Había que manejar esos coches. Eran muy difícil de manejar. Y bueno, después el tiempo fue pasando y la tecnología fueron mejorando. Los mismos pilotos, ese grupo de pilotos encabezados por Jackie Stewart o Niki Lauda, armaron una especie de Federación de Pilotos (nota Fangio se refiere a la GPDA – Grand Prix Drivers’ Association) para conseguir que los circuitos fueran todos mas seguros y cada vez mas extremas las medidas de seguridad. Hoy día, los coches son super seguros”.

La preparación

Edgardo: “¿Cuándo se daba un gran premio, había alguna rutina que seguía Fangio?. Por ejemplo, tenían que correr en Bélgica, así que ¿cómo se preparaba para un gran premio?”.

Fangio: “No antes, a lo sumo, andaba un poco en bicicleta, pero otra cosa no había. No existían los gimnasios, nada. Y se cuidaban un poco en las comidas. Si usted ve las películas de antes, la mayoría era un poquito obesos, gorditos. Había pocos pilotos delgados. Pero cada uno hacia su régimen a medida. No tenían medico personal. No tenían personal training, nada. Yo sé que, por ejemplo, mi padre, recorría los circuitos a veces a pie, cuando no tenía un auto para recorrerlo. O en bicicleta o a pie para ver donde podía sacar ventaja”.

“Hoy en día tienen simuladores, o sea que se sientan en un simulador y van a correr a Monza, por ejemplo, y antes de correr ya lo han corrido cien veces el gran premio de Monza en el simulador. El simulador es perfectamente igual al coche y todo para que uno pueda manejar a la velocidad que uno tiene que andar y todo”.

Las costumbres

Edgardo: “Creo que la gente de las nuevas generaciones que ven a estos pilotos de la Fórmula 1 no podrían pensar que los pilotos iban en bicicleta o caminando para conocer en que curva le podía sacar un poquito de diferencia al resto”.

Fangio: “Claro es así. Hoy día el coche viene ya preparado con la caja de cambio automática, con las velocidades para cada curva. El piloto lo único que tiene que hacer es apretar un botón, frenar en un lugar determinado y el motor, la caja automáticamente baja los cambios y los baja. El piloto lo único que tiene que hacer es seguir acelerando. Y tratar de doblar, por supuesto. Ha cambiado mucho. Por eso digo la tecnología influyó tanto que ahora los autos, cada equipo necesita millones y millones de dólares para tener dos coches en pista a fin de año”.

“Eso es costosísimo los pilotos para llegar a la Fórmula 1 tienen que pagar y salvo cuando en un piloto número 1 destacado deja de pagar. Pero si no todos viven pagando. Los sponsors en la Fórmula”.

Juan Manuel Fangio, a 25 años de su partida

Estudio de rivales

Estefanía: “Eso es un poco de lo que te iba a preguntar en esto de los circuitos, los pilotos y como uno llegaba. Sigo un poquito con los pilotos rivales, ¿los estudiaba Fangio? Ya nos hablaste que no había una rutina especial, que no había personal trainer ni médico personal, ¿pero estudiaba a sus rivales? Decía no porque Ascari tiene este secreto o frena después, ese tipo de cosas”.

Fangio: “Eso se ha hecho siempre. Yo que tuve oportunidad de correr estudiaba los pilotos de adelante, donde pueden tener un error o no, hay que estudiarlos porque es otra personal normal como uno. Pero puede cometer errores como uno. Entonces hay que conocerlos bien y darse cuenta cual es el lado flaco que tiene. Y si no lo tiene, hay que aguantarse cuando va adelante”.

Estefanía: “Ahí es uno el que debe improvisar y ver por donde lo puede llegar a pasar”.

Fangio: “Hoy en día es mucho más fácil hacer algunas maniobras, porque los coches tienen gomas tan anchas que les permiten a uno a hacer alguna arriesgada sin tener problemas de irse afuera. Antes cuando las gomas eran tan finas, había que tener muchísimo cuidado. Un error te costaba la vida”.

Monza, el accidente

 Edgardo: “Uno de los puntos más problemáticos en la carrera de Juan fue el famoso accidente que tuvo en Monza. ¿Cómo se vivió aquí cuando llegó la noticia del accidente?”.

Fangio: “Bueno, él mismo lo declaró. Ese fue un accidente del cual el único culpable fue él. Había ido a Francia a un compromiso, a correr una carrera con otro coche. Iba a venir desde Francia a Italia con el Príncipe Bira que tenía avión propio. El Príncipe Bira… esos aviones tampoco eran aviones como los de ahora. Cuando tenían tormentas, no tenían posibilidad de viajar. Se desató una tormenta muy grande y no salió Bira con el avión. Mi padre recurrió a las aerolíneas, ninguna salía entonces le presto un compañero de él. Un francés, un coche, y se vino conduciendo toda la noche. Llegó una hora antes, hora y media a Italia, para disputar la carrera sin dormir. Se pegó una ducha, se tomó una pastilla y salió. Él cree, porque no se acordaba, que fue una distracción de él por el cansancio en una curva que casi le cuesta la vida. Pensó que no iba a correr mas porque tuvo fractura de la columna, lo tuvieron que enyesar. Fue una triste experiencia para él. Pero a partir de ahí, él mismo les aconsejaba a los pilotos que había que descansar bien antes de las carreras”.

 

Imágenes: Daimler Benz – Ferrari – Museo Fangio

Entrevista: Programa CARS a la Carta – Radio La Red 91.3 Mdp. Fecha 27 de junio de 2020- Conductores Estefanía Ferreira y Edgardo S Berg