Fernando Alonso regresa desde Estados Unidos tras completar un fin de semana completo con Andretti Autosport en el circuito de Barber Motorsport en el estado de Alabama. Días que han servido de iniciación y acercamiento a las IndyCar Series. Desde la barrera, el ovetense extrajo varias conclusiones, las cuales pueden leer aquí. En su viaje de vuelta, ha podido comprobar aquello que venía anunciando mediante datos de audiencia que se vieron incrementados notablemente, por tanto se habla de impacto positivo a nivel de marketing y promoción. La afición norteamericana ha acogido al piloto, firmando autógrafos por doquier:

“En los aeropuertos la gente me paraba y me deseaba suerte. Parecía que estaba en España. Allí la repercusíon es brutal. Es como ser un rookie de nuevo. Aprender. Espero ser competitivo. Si llegan los resultados serán bienvenidos. Vi el trofeo y es bonito”

Parece que igualmente las explicaciones de Eric Boullier  son más que acertadas. Incluso desde el anuncio oficial antes de Bahrein se percibía una ilusión por una maniobra que ya podría estar dando sus frutos sin ni siquiera haber salido al óvalo de Indianapolis. De momento, todos contentos. Rostros sonrientes y focos sobre ellos, no se puede pedir más:

“La impresión de lo grande que son las 500 Millas de Indianápolis son ahora mayores. Hay mucha pasión. Un gran impacto. Lo dificil que será, aún no lo sé”

Estos comentarios a Movistar+ apoyan a Mclaren en sus propósitos más allá de la búsqueda de patrocinadores. Su piloto afronta un reto de gran calibre que le evade en parte del calvario que supone intentar llevar el MCL32 a meta los domingos, objetivo principal para este arranque de 2017. Para Rusia este mismo fin de semana estrenará turbo, y MGU-H, componente productor de muchos quebraderos de cabeza. Piezas nuevas que deberían de servir para ver la bandera a cuadros por primera vez esta temporada.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: IndyCar Series