Hoy ha sido presentado en el Autodromo Nazionale di Monza el que será el monoplaza de la F2 de 2018 a 2020, la (supuesta) categoría de promoción hacia el Gran Circo. El coche ha sido preparado para adecuarse más a la normativa actual de la F1, ya que hasta este mismo año conservaban la similitud a los F1 de 2009 a 2013, con motores V8 atmosféricos, alerones traseros altos y estrechos, etc.
 
El coche de F2 a partir del año que viene contará con un motor V6 Turbo de la mano de Renault y su división Mecachrome y un chasis y carrocería fabricados por Dallara, además de ser más anchos, tener alerones similares a los de F1, una especie de aleta de tiburón y, lo más polémico, el ya famoso halo. La aceptación de este sistema se debe a que la categoría “ha de igualar los estándares de seguridad de la F1“, en palabras del CEO de la F2 Bruno Michel, y así constituir “un coche potente, que sea un desafío para los pilotos y seguro”.
Desde la llegada de Liberty Media, con el renombramiento de GP2 a F2, se ha buscado una continuidad y se ha intentado afianzar la Fórmula 2 como paso previo a la F1, y parece que se está consiguiendo, ya que el mismo Charlie Whiting ha dicho que “la presentación se realiza en un gan momento ya que de ese modo se completa la pirámide evolutiva desde el karting a la Fórmula 1“. Además, Michel ha explicado que “el coche se ha diseñado para mejorar la estética, potenciar los adelantamientos y delitar a los aficionados, siendo así el escalón previo a la F1″.
 
El coche mantendrá el sistema de DRS y las gomas Pirelli con llantas de 13 pulgadas. El nuevo motor será de 3,4 litros y 620 cv, conformando la categoría menor más cercana a la F1, con aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos o una velocidad máxima de 320 km/h, para conseguir un coche que “haga brillar a los mejores”.
Autor del artículo: Alberto Pacios/@albertomclatas
Fotos: @F2