Incluso después de 30 años, les gusta a todos los pilotos

Suzuka – La lluvia torrencial saludó a los miembros del equipo Scuderia Ferrari cuando aterrizaron en Japón. Sin embargo, el pronóstico actual es de mejor clima para el fin de semana, con la posible excepción del viernes.

La pista de Suzuka es uno de los clásicos del Campeonato de la fórmula y exactamente hace 30 años, albergó su primer gran premio. En esa ocasión, la carrera fue ganada por Gerhard Berger en un Ferrari F1/87, el austriaco que empezó desde la pole. Desde entonces, aparte de un par de años cuando la carrera volvió a Fuji, la fórmula uno ha siempre corrido en esta pista en la prefectura de Mie.

La pista es bastante popular entre los pilotos, aunque nadie puede olvidar la tragedia de 2014 que sobrevino a Jules Bianchi, una estrella en ascenso en las carreras y para el Cavallino Rampante. Técnicamente, es un circuito de “estilo antiguo”, estrecho, con áreas mínimas de escape, esquinas con sólo una línea clara y una gama interesante de curvas. Las más conocidas de éstas son sin duda las dobles “eses” cuesta arriba después de la primera curva, un lugar donde Michael Schumacher era particularmente adepto a hacer una diferencia y casi había una sensación con el destino en el hecho de que, dos veces, obtuvo el título de pilotos aquí con Ferrari, en 2000 y 2003.

La clave de Suzuka, en términos de conducción, es encontrar un ritmo, de modo que conseguir el flujo correcto a través de las curvas es la clave del éxito. Con los coches de 2017 y los muy altos niveles de carga aerodinámica, una curva engañosa como la famosa 130R, que lleva el nombre del radio original de su giro, casi podría convertirse en una recta. Pero eso no haría que la pista japonesa y su localización inusual dentro de un parque de diversiones, fueran un reto menos. Y en cuanto a los aficionados, son verdaderamente únicos cuando se trata de su nivel de pasión y entusiasmo.

 

Autor del artículo: Gustavo Motta/@TavoMotta

Foto: Scuderia Ferrari