Siempre se ha dicho que las matemáticas son una ciencia exacta, sin embargo las circunstancias y el modo en el que se desarrollan los acontecimientos escapan a la precisión de los números. Cuentan el fin, pero no el medio. Estamos en un final de temporada en el que Mercedes tiene las de ganar, en constructores por supuesto. Lewis Hamilton, en cambio, no cree que será tan fácil continuar con la amplia ventaja que dispone tras abandonar Sepang rumbo a Suzuka. En este momento se cifra en 34 puntos.

Teniendo estos datos en la mano, así en frío, podemos deducir que el inglés camino directo hacia su cuarto título. No obstante, las sensaciones en Mercedes se han enturbiado tras la cita malaya. Comenzando por los libres, tanto el viernes como el sábado Ferrari y Red Bull copaban la tabla de tiempos mientras los de Brackley con la mano en el mentón miraban al frente en busca de soluciones y razones.

Los problemas de Raikkonen y Vettel ayudaron a mitigar los efectos de un fin de semana en el que podrían haberse igualado las tornas en cierta manera. Los de Ferrari veían como el finés abandonaba antes de la salida y de como Sebastian remontaba en un gran sprint con los súper blandos que fueron insuficientes para llegar al podio. Por tanto, tuvieron un aliado inesperado:

Red Bull, por otra parte, le superó con creces. El tercer equipo de la parrilla se creció en Sepang. Verstappen adelantó a Hamilton en la cuarta vuelta, y Ricciardo a Bottas en la novena, ambos poniendo mucha distancia con el paso de las vueltas. Victoria para el holandés con Hamilton tomando el segundo como bueno debido a los problemas que comentaba en rueda de prensa:

“Para ser sincero sufrí con los dos juegos, un poco menos con los blando, pero sí, el coche es bueno sin duda en algunos sitios y en otros los problemas que tenemos en el coche se magnificaron, por lo que tenemos grandes problemas con eso. Luchamos por tener ritmo, como se pudo ver pero es bueno quedar segundo. Aún hay trabajo por hacer para tratar de arreglarlo pero creo que es un problema fundamental con el coche de este año, por lo que simplemente tenemos que intentarlo y trabajar para mejorarlo para el próximo año”, asumía Lewis.

El piloto admite que existe preocupación en el garaje. Por radio comunicaba D-rates (falta de energía en las baterías) cada vuelta a final de cada recta. A ello se une la falta de ritmo, Ferrari es donde poseía gran ventaja aquí debido a un mayor conocimiento de los nuevos compuestos de Pirelli que fue vital en ciertas fases de la concepción del SF 70-H.

Problemas que se habían caído un poco en el olvido gracias a los resultados tras el parón veraniego, donde la potencia cobró importancia. Con las alarmas encendidas toca viajar a Japón sin plazos disponibles para estudiar lo ocurrido:

“¿Qué me preocupa? Cuando fuimos a carrera sabíamos que ellos [Red Bull] tenían como ocho décimas respecto a nosotros por lo que no fue una sorpresa. Yendo hacia las próximas carreras, no tengo ni idea de cómo irán pero los otros han remontado un poco más de ritmo que nosotros diría yo. Y como dije, circuitos como éste hay curvas en las que realmente magnificaron los problemas que tenemos con el coche, por lo que hay algo con lo que sufrimos. Si será lo mismo o no en las siguientes carreras, lo veremos”.

“Sin duda, un fin de semana mucho mejor de lo que habíamos anticipado tras el viernes. Aún, como dije, hay mucho por hacer con el coche considerando los problemas que teníamos con el coche, creo que es un gran resultado. Creo que Valtteri obviamente parecía que sufría mucho más y yo fui capaz de empujar algo más, creo, pero en las próximas carreras van a ser cruciales respecto a adivinar si podemos eliminar las imperfecciones que tenemos en el coche pero sí, ¿quién habría pensado que Ferrari hubiera tenido un problema? Todo lo que podemos hacer es intentarlo y capitalizar. Naturalmente, quise ganar la carrera y por ello Max hizo un trabajo impecable, pero sin duda ganar la carrera sigue siendo el objetivo por lo que incluso si llego en segundo lugar no es satisfactorio”, respondía el tricampeón.

De las palabras emitida en la rueda de prensa tras la carrera, se extrae cierto pesimismo e inseguridad. Un mensaje que bien puede ser de prudencia o bien relata de manera fehaciente el panorama para Mercedes en esta recta final. Ahora a Hamilton le corresponde sumar para continuar liderando la tabla hasta los fuegos artificiales en Abu Dhabi. Japón, casi como prolongación de Malasia, seguirá revelando el estado del equipo que ha dominado la categoría en los últimos años.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: FIA