Antonio Giovinazzi llegó a la F1 de la mano de Ferrari, los de Maranello apadrinan a un italiano subcampeón (por poco) de GP2 que ha demostrado muy buenas maneras en su debut. Primera aparición en un Gran Premio venida de la urgencia de sustituir a un renqueante Pascal Wehrlein el sábado. La experiencia en los test le sirvió para ahorrar algo de tiempo en la adaptación al C36 de Sauber, un monoplaza del que cabe apuntar que cuenta con la misma unidad de potencia que en 2016. Como no, ésta también procede de la factoría italiana de Ferrari. Giovinazzi es parte de este acuerdo bilateral.

El rendimiento entregado por el tercer piloto de la Scuderia con los suizos en Melbourne sorprendió, ya que se trataba de un principiante en el sentido más estricto de la palabra. Tras los últimos entrenamientos libres en los que se debió poner un poco al día en las distintas simulaciones, llegaba la crono. Quedó a las puertas de la Q2 por dos décimas de diferencia con Ericcson. En esta primera ronda el italiano igualó el tiempo del sueco marcado en Q2, solo 4 milésimas les separaron.

En carrera, los problemas de Marcus Ericcson provenientes del accidente con Kevin Magnussen en la tercera curva le hicieron abandonar más tarde en la vuelta 21, quedando Giovinazzi abanderando en solitario a los suizos. El objetivo era claramente acabar de la manera más limpia posible para adquirir experiencia y rodaje. No defraudó en absoluto, es más, en su país natal han apreciado mucho su actuación dedicándole altas valoraciones y páginas en los medios de más prestigio. Duodécimo al concluir la carrera por delante del también rookie Stoffel Vandoorne.

 

Unimos estos hechos a las distintas declaraciones de las altas esferas de Ferrari en las que admiten el deseo de contar con un piloto del país transalpino. Un piloto nacional con el que no cuentan desde 2009 cuando Giancarlo Fisichella sustituyó a Felipe Massa tras aquel infortunio en Hungría que le mantuvo apartado, a su vez el bueno de `Fisico´vino a reemplazar a Luca Badoer desde el Gran Premio de Bélgica hasta la clausura de ese campeonato. Más habría que remontarse hasta ver a un piloto italiano llevando a Ferrari hasta ser campeón, nada más y nada menos que hasta 1953. En los inicios de lo que hoy conocemos como F1, Alberto Ascari llevó al Cavallino hacia la máxima gloria en 1952 primero y repitiendo al año posterior dominando con victorias.

Ahora, la web alemana Speed Week afirma que el futuro de Giovinazzi pasa por Maranello en un futuro próximo. Kimi Raikkonen finaliza contrato esta misma temporada. Tras haberse disputado la primera prueba del campeonato vigente, el finés salió deteriorado de Melbourne con un rendimiento muy por debajo del victorioso Sebastian Vettel. Más de 20 segundos de diferencia entre ambos compañeros restan ciertos créditos a Raikkonen quien según el medio citado no estaría interesado en continuar:

“El camino de Antonio está predeterminado. Su talento es evidente, todo el mundo en Ferrari y Sauber lo nota. Ahora hay que ver si Wehrlein está apto para China y Baréin. Si no es así, Giovinazzi estará de nuevo. Y si si Räikkönen no está interesado en 2018 y Ferrari quiere apostar por juventud, entonces Antonio cogerá su lugar”. Adelantan desde Ferrari.

Una única carrera transcurrida, mucho queda por ver en esta temporada. Por lo pronto, el sueño de Ferrari va adquiriendo forma. Se halla encarnado en Antonio Giovinazzi, su progresión y los planes de Ferrari harán el resto. El piloto apunta a subirse de nuevo al C36, aunque él mismo reconoce que sigue pensando en rosso.

 

Autor: Pablo Bernal / @PabloBernal333

Foto: topsy.one