No os alarméis, la imagen de encabezamiento es falsa como la falsa monea, que cantaba Imperio Argentina. Ferrari felicitaba el lunes pasado a Sebastian Vettel por su trigésimo cumpleaños, así, en grupito, y puesto que el Pisuerga pasa por Valladolid y en la misma jornada conocíamos que la FIA daba una palmadita en la espalda al tetracampeón del mundo a cambio de una disculpa pública por lo sucedido en Bakú —con admisión de responsabilidad y todo—, Javi Catalá, uno de los artistazos de @Boxthislap_ (lo siento, no he sabido llegar hasta él), modificaba el mensaje de felicitación original y la clavaba al escenificar otro ficticio que, a la postre, refleja a la perfección lo que muchos pensamos, incluso muchos tifosi.

Por fortuna estamos curtidos en éstas y otras lides, y de suyo, no resulta tan descabellado pensar que Maranello ha podido trabar algún tipo de acuerdo bajo mano con la FIA, con tal de que a su primer piloto no le cayera la del pulpo. Siempre suele haber mandanga en estas cosas y no sería ni la primera ni la última vez que nos despertamos pasado el tiempo y decimos aquello de ¡coño, si era verdad!

Sea como fuere, tardaremos en saberlo, así como en conocer la auténtica razón del silencio sepulcral que ha mostrado Mercedes AMG en todo esto.

Bien es verdad que podría deberse a que Brackley no ha querido inmiscuirse en el asunto por evitar que a Hamilton le salpicara, pero tampoco se puede negar que resulta extraño que ni siquiera haya dicho qué le ha parecido el resultado de un espectaculín de poca monta, que en otro momento y seguramente con otros protagonistas, o los mismos en otras circunstancias, habría dado para guión de película de indios y vaqueros o de nazis y aliados, vamos, con abundancia de pólvora y tiros.

Quien calla otorga, decía mi abuela, y personalmente observo demasiado poco ruido como para no sospechar que se ha podido pactar un alto el fuego por no liarla más de lo que la liaron Charlie Whiting y los comisarios del Gran Premio de Azerbaiyán.

Otra cosa es que la prensa británica lo respete. Escribía el otro día en mi blog que Sebastian no hizo pupita a Fernando Alonso en tierras azeríes, ni al asturiano ni a cualquiera de los otros seres menores que componen la parrilla y a los que la FIA no les pasa sin sanción ni un estornudo. No, el alemán ha tocado la fibra sensible de los ingleses en un momento en que Lewis es firme candidato al título de este año, a tener los mismos entorchados que el de Heppenheim, y para colmo, lo ha hecho vistiendo los colores de la pérfida y tramposa Maranello.

De momento apenas hay visos de que llegue la sangre al río, aunque merece la pena recordar que la calma siempre precede a la tormenta. No sé, tal vez están esperando como hacemos nosotros, eso sí, con las recortadas cargadas y dispuestas a meter bulla en cuanto las cosas comiencen a torcerse para el piloto británico, y eso si se tuercen, que también hay que verlo. Son la british press, conviene no olvidarlo…

No os alarméis con esto tampoco. Es una opinión, derivada, obviamente, de que si al fin descubrimos que efectivamente ha habido besamanos y bajada de pantalones por parte de la italiana, a lo mejor el mensaje de la imagen fake no iba tan bien dirigido como pensábamos, ya que el anillo que había que besar no era el de Jean Todt sino otro.

Os leo.