Debido al sustancial retraso que estamos viviendo a la hora de empezar la temporada 2020 de Fórmula 1, debido a la irrupción del COVID-19 a escala mundial, una de las medidas que decidieron tomar los gerentes de la Fórmula 1 conjuntamente con los equipos y con la FIA fue posponer la entrada en vigor de la normativa aerodinámica inicialmente prevista para 2021 al 2022.

El ahorro de costes como factor decisivo

De esta forma se busca que los equipos puedan ahorrar costes de cara a la crisis económica que, si no ha explotado ya, está a punto de hacerlo. Ahora bien, no debemos olvidar también que, en 2009, por ejemplo, hubo también un gran cambio de reglamento. Es por eso que el equipo Honda, conscientes de que en 2008 no serían competitivos, empezaron a desarrollar su monoplaza de 2009 con más de un año de margen. Resultado: el monoplaza que finalmente usó Brawn GP era prácticamente invencible.

Para evitar que vuelva a suceder una situación semejante, según el rotativo de motor alemán ‘Auto Motor und Sport’, parece que se ha llegado a un acuerdo conforme los equipos no podrán empezar a desarrollar sus monoplazas hasta febrero de 2021. De esta forma los equipos que puedan tener un mayor presupuesto, como Mercedes o Ferrari, no tendrían ventaja con respecto a la competencia.

Por otro lado, el chasis que se utilice en 2020 será el mismo que se utilice de cara al año 2021. De esta manera los equipos se ahorran tener que crear un nuevo monoplaza de cara al año que viene y así podrán ahorrar costes. Sí que es cierto que en el receso que, previsiblemente, se hará entre las dos temporadas, habrá equipos que harán actualizaciones en su monoplaza, pero se busca que no haya monoplazas completamente nuevos de un año para otro sino que la base de los coches sea en su esencia la misma.

 

Autor del artículo: Daniel Ballarín

Imagen: Motorsport images