Durante el pasado mes de mayo se anunció que el GP de Holanda regresaría al calendario tras 35 años de ausencia. Además, lo haría en el mismo circuito en el que se realizaba hasta aquel entonces, el circuito de Zandvoort.

Ahora bien, cualquier persona que tuviera uso de razón podía deducir que para que el trazado holandés pudiera volver a albergar la Fórmula 1 necesitaría llevar a cabo una serie de reformas que pusieran al día su vetusto trazado.

Robert Van Overdijk, CEO del circuito:

Comentó en unas declaraciones hechas a la radio holandesa BNR Nieuwsradio que están tras la pista y que ya tienen una idea fidedigna de cómo será el resultado final. De hecho, enfatizó sobretodo en el diseño de la última curva, que tendrá un aire a los peraltes presentes en los óvalos americanos:

“La última curva será la curva por excelencia del circuito de Zandvoort, será una curva inspirada en los óvalos americanos y eso hará que sea una curva única en toda Europa. Llegará a tener una inclinación del 32%”, aseguró.

Igualmente, si bien la reforma de la última curva será la más importante, también se llevarán a cabo modificaciones en la curva 3, la cual requería una actualización para recibir la F1:

“Mejoraremos también la curva 3 para permitir que 2 coches de fórmula 1 puedan circular en paralelo. También será una curva peraltada, ya que estará inclinada entre un 8 y un 18%”, añadió.

Por último, justificó el hecho de que el circuito necesitaba estas reformas con el fin de poder acoger la fórmula 1:

“Nuestro circuito tiene mucha historia, pero sabíamos que estas reformas eran necesarias si queríamos volver a acoger la F1”, concluyó.

Veremos si las reformas dan el resultado esperado y Zandvoort nos ofrece una gran carrera el año que viene.

 

Autor del artículo: Daniel Ballarín

Imagen: Holland