Este es el prólogo a la historia de los 1000 Grandes Premios de Ferrari en la Fórmula 1. Una historia en donde los extremos parecen ser una constante. Las enormes alegrías fueron intercaladas por terribles tragedias. Se llegó a la cima del éxito, mientras en el interior, el dolor desgarraba las entrañas. Se maldecía por la pobre performance de un modelo, al mismo tiempo que se suspiraba por ver a un piloto salir caminado de los restos de un automóvil.

Esta historia cubre setenta años. Setenta años donde todo cambió, el mundo cambió. La preparación, edades y contexturas de los hombres detrás de los volantes fue metamorfoseada de tal modo que de los pioneros de los 50’s se pasó a los jóvenes de hoy.

Una gran tentación: Ferrari

Este es el medio en donde la figura de la Scuderia Ferrari nació, creció, se laureó y se ha convertido en el equipo referente de la Fórmula 1. Es muy difícil pensar en una Fórmula 1 en donde las rojas Ferrari no se vean en una práctica, una clasificación o una carrera. Es muy difícil que los pilotos que hoy corren puedan resistirse al llamado de sirena que sale de la base de Maranello. Los más consagrados ponen cera en sus oídos para evitar la tentación. Sin embargo, una gran mayoría dirigirá sus carreras hacia las rocas del Peñón del Cavallino sin dudarlo.

Entre el encantamiento del canto de sirenas y la etiqueta impuesta por el mismísimo Vaticano sobre el Padre del equipo, Don Enzo Ferrari, quien, según referentes del periodismo argentino, lo llamó “Saturno devorando a sus hijos”, los gladiadores vestidos de rojo se calzan sus guantes y cascos con colores representativos para tocar pista. Las tribunas aúllan de alegría cuando alguno o ambos gladiadores logran una actuación memorable o lloran desconsoladamente si los autos quedan a la vera de la pista.

 

Este es el prólogo a la historia de Ferrari y sus 1000 grandes premios en la Fórmula 1. A partir de mañana y en las siguientes 13 publicaciones recorreremos nombres y monoplazas, buenos y malos momentos, toda la historia de la roja Scudería italiana desde el sueño de Don Enzo hasta su GP número 1000.

 

Imagen: GP de Mónaco 1956. Juan Manuel Fangio en Mirabeau. Ferrari/Lancia D50. Óleo 80X60.

Artista: Daniel Sonzini. Reproducido con permiso del artista.